El Gobierno de Aragón supo a primeros de julio que los niveles de lindano en la cuenca del Gállego eran elevados, si bien no los consideró del todo relevantes porque las concentraciones del insecticida respondían a "picos puntuales".

Una información que desde el Departamento de Medio Ambiente no se ofreció a Salud Pública ni a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), tal y como ayer hizo público este organismo estatal al incluirlo en el expediente sancionador que ha abierto contra la consejería dirigida por Modesto Lobón. Una respuesta a las acusaciones del consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, al presidente de la CHE, Xavier de Pedro, a quien le reprochó de informar tarde sobre el incremento de los niveles.

Estas mismas fuentes resaltan que en la evolución del lindano aguas abajo de Bailín hubo "constantes subidas y bajadas", ya que, por ejemplo, el 29 de julio la acumulación total de este producto tóxico estaba en el 7,62 microgramos el litro y el 1 de agosto descendía a los 2,03. Una cantidad que consideran con poca trascendencia porque en ningún momento se alcanzaron los 50 microgramos el litro, que es el límite impuesto al Ejecutivo para el vertido en el río durante las obras del nuevo vertedero de Bailín.

DIMES Y DIRETES

Una cantidad muy por encima de los 0,5 gramos que es el parámetro legal de lindano total en agua de boca, si bien resaltan estas mismas fuentes de la DGA que estos umbrales no son aplicables a estos análisis, destacando que se fueron extracciones que se hacían en dos puntos testigos.

Esta fue una de las explicaciones que ayer el consejero de Medio Ambiente hizo ante los alcaldes de los seis municipios y dos pedanías que están afectadas por este vertido y que no pueden beber agua del grifo. Los primeros ediles criticaron "los dimes y diretes" entre DGA y CHE porque "nosotros estamos en medio y lo único que queremos es que se nos informe y no se nos oculte nada", afirmó el regidor de Santa Eulalia de Gállego, José Antonio Casaucau.

En este sentido también se refirió el alcalde de Piedratajada, José Antonio Mallada, quien criticó que ningún responsable de la Confederación Hidrográfica del Ebro estuviera en esta reunión celebrada en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego.

Donde estaba de Pedro era en Luco de Jiloca, celebrado la reapertura de la iglesia de La Asunción, rehabilitada por el organismo de cuenca. Allí quiso rebajar la tensión de días anteriores y habló de "colaboración".

AGUA DE YESA

Asimismo, afirmó que "hay que dar alternativa al abastecimiento de los pueblos que están más expuestos a este riesgo", al tiempo que anunció que esta próxima semana saldrá a información pública un proyecto para el abastecimiento alternativo a Villanueva de Gállego, con un presupuesto de 6,5 millones y que previsiblemente se podrá licitar el año que viene, para que se pueda abastecer de agua de Yesa.

Por su parte, el consejero Lobón insistió en que la contribución del traslado de los restos de lindano del viejo al nuevo vertedero de Bailín a la contaminación del río Gállego ha podido ser del orden de los 50 microgramos por litro "pero no más".

Afirmó que el Gobierno de Aragón está dando a los ciudadanos una información "exhaustiva" para que no haya desconfianza y conozcan "toda la verdad", hasta el nivel que la propia administración sabe, y añadió que las causas "no las sabemos todavía" y se están investigando.

Lobón volvió a destacar la previsión de que en un plazo de 8 o 10 días, "con cautelas", los municipios afectados por la contaminación puedan volver a beber agua del Gállego porque ese es el tiempo que se va a tardar en colocar los filtros en los distintos pueblos y porque "razonablemente" está bajando la contaminación del río.