La DGA negó ayer en declaraciones a este periódico haber abierto ningún expediente contra el médico del Clínico de Zaragoza que hizo público un informe denunciando las deficiencias de las torres de refrigeración en las que aparecieron las colonias de legionela que, en junio, afectaron a una treintena de personas y causaron la muerte a siete de ellas. De este modo, la Administración zanjaba las informaciones aparecidas en algunos medios sobre un supuesto expediente.

El propio facultativo difundió su informe entre los sindicatos y también lo envió al Departamento de Salud del Gobierno de Aragón y al Justicia de Aragón, con el que el médico mantuvo una reunión este mismo martes. Durante el encuentro, el doctor aportó nuevos datos que fueron incluídos en el expediente que esta institución ha abierto con una denuncia anterior de un particular y con el informe aportado por el médico del Clínico.

La Junta de Personal del hospital también recibió este informe que, posteriormente, remitió a la dirección, pidiendo a la gerencia que les proporcionara datos para contrastarlos con los contenidos en el documento, según confirmaron los sindicatos.

A medida que reciban más información, la junta seguirá evaluando las decisiones del Salud durante la crisis del Clínico. La mayoría no tiene dudas respecto a una actuación "correcta", como valoró ayer CCOO. Sin embargo, se mantiene el interrogante sobre si será necesario mejorar los sistemas de prevención o los tipos de instalación que se usan para refrigerar los centros sanitarios. Incluso la Administración encargó un informe a un comité de expertos para decidir sobre un posible traslado de las torres e incluso un endurecimiento de la legislación sobre prevención.