La imperiosa necesidad de recaudación va a impedir a la DGA cumplir uno de los acuerdos de gobierno suscritos por el PP y el PAR y de este modo no podrá suprimir, como pretendía, el impuesto de Sucesiones. La obligatoriedad de cumplir con el objetivo de déficit, y más cuando el año pasado el desfase fue considerable y en el curso vigente hay dificultades para no superar a final de año el tope máximo fijado en el 1%, obligará a la Hacienda autonómica a mantener este impuesto. Aún así, las primeras estimaciones técnicas apuntan a que continuará rebajándose en el 2015 respecto a la bonificación actual, y esta podría oscilar entre el 70 y el 75%.

En noviembre del año pasado, Luisa Fernanda Rudi y José Ángel Biel anunciaron en el salón de columnas del Pignatelli una considerable rebaja de este impuesto, ya que se contemplaba un aumento de la bonificación en el pago del 33% al 50%. Ambos se comprometieron a mejorar esta cuantía, e incluso Biel indicó que la intención era suprimirlo. La propia Rudi, a principios de este año, anunció que se dejaría de forma testimonial. Es decir, con una bonificación del 99%.

CAÍDA DE INGRESOS Sin embargo, tras el desfase en las cuentas públicas, los primeros estudios a la hora de confeccionar los presupuestos del 2015 desaconsejan, por no decir que dicen que es imposible, alcanzar este compromiso pactado en el Ejecutivo autonómico. Y más cuando la caída en ingresos se sigue produciendo este año, como marcan los últimos informes del Ministerio de Hacienda.

De este modo, y antes de que se haya tomado una decisión política, los primeros estudios recomiendan que, en el caso de que se siga aumentando la bonificación, no supere el 75%. Algo que también coincide con los informes del Ministerio de Hacienda, que desaconseja a las comunidades la introducción de más beneficios fiscales ante la dificultad de captar ingresos y cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria.

MÁS RECAUDACIÓN En los presupuestos de este año, el Gobierno de Aragón contempló unas previsiones de ingresos mediante el impuesto de Sucesiones y Donaciones de 171 millones de euros, 20 más que en el ejercicio anterior a pesar de la considerable mejora en las bonificaciones (del 33% al 50%).

Una de las cuestiones por las que se consideraba que se iba a recaudar más en este concepto, difícil de estimar porque depende del número de herencias y la capacidad patrimonial de los difuntos, es porque se ha aumentado la inspección, lo que permitió asimismo aumentar notablemente el ingreso por este concepto.

De este modo, y a pesar de que hasta septiembre no estarán pergeñadas las líneas maestras de un presupuesto y su consiguiente ley de Medidas Fiscales y Administrativas que se pretenden presentar a las Cortes en tiempo y forma para ser aprobadas antes de final de año, todo apunta a que se decidirá mantener este impuesto, aunque sigan aumentando las ventajas fiscales, como se ha comprometido el Ejecutivo autonómico.

MEJORA ECONÓMICA No obstante, en el Departamento de Hacienda confían también en una mejora de la situación económica que les permita mejorar la recaudación en algunos aspectos que en los últimos años han caído drásticamente y que tienen una incidencia muy directa en las cuentas del Ejecutivo autonómico, como es el caso de los tramos de IRPF autonómico y el IVA, que ya parece dar muestras de un ligero repunte positivo después de considerables caídas por la ralentización del consumo.