La consejera de Servicios Sociales y Familia, Ana de Salas, finalizó ayer en La Almunia su ronda de visitas por las instalaciones de las residencias juveniles pertenecientes al Instituto Aragonés de la Juventud. El centro Ramón y Cajal de La Almunia, una residencia de 72 plazas ocupada mayoritariamente por alumnos de la Escuela Politécnica Universitaria de esta localidad, fue el objeto ayer de la visita de la consejera, que calificó estas instalaciones como "muy apropiadas para las necesidades de los estudiantes".

A partir de estas visitas la DGA va a realizar "una planificación para renovar algunas residencias", avanzó la consejera. En el caso de La Almunia se van a estudiar algunos proyectos para aprovechar el espacio que rodea la residencia, una amplia superficie con capacidad para "distintas actividades de ocio" que estarán concluidas "antes de que finalice esta legislatura" , aseguró la consejera. Entre estas reformas también se comentó la posibilidad de convertir un edificio abandonado, ubicado en este mismo patio, como gimnasio.

Desde el año pasado la residencia juvenil Ramón y Cajal permanece abierta todo el año exceptuando el mes de agosto por lo que otra de las propuestas para este centro es que el mes de julio se ofrezcan estas instalaciones para alojar a los alumnos de los cursos de verano de la Escuela Universitaria Politécnica. Las residencias Baltasar Gracián de Zaragoza, Luis Buñuel de Teruel y la Ramón y Cajal se gestionan desde el Instituto Aragonés de la Juventud.

El centro ubicado en La Almunia lleva décadas funcionando como residencia de estudiantes aunque, hasta 1996, era sólo femenina. Un año antes de este cambio el edificio se sometió a una completa reforma para dejarlo tal y como se encuentra en la actualidad, con 36 habitaciones dobles y una para minusválidos.