Los datos porporcionados por el Ayuntamiento de Zaragoza al Instituto Aragonés del Agua (IAA) son «parciales» e «insuficientes» para poder girar un solo recibo a los ciudadanos, pero su directora, Inés Torralba, confía en que este paso sirva para recibir «en las próximas semanas» la abundante documentación que falta y cumplir con una planificación en la que, según sus previsiones, se enviarían en junio para cumplir con sus estimaciones de recaudar en este ejercicio «unos 20 millones de euros» de la capital aragonesa. Que el consistorio cumpla con su «obligación legal» está por ver, pero el retraso en el cobro ya obliga a que los zaragozanos se pongan al día en el pago en el 2018 porque ni se plantean repercutirles el impuesto del año pasado en un solo pago.

De hecho, el IAA tiene ya prácticamente decidido que el pago de este tributo se haga «de forma semestral», en dos recibos al año porque, según explicó Torralba, la cuantía es tan pequeña que abonarlo de forma trimestral o cuatrimestral no sería eficiente desde el punto de vista del gasto. Aunque hablar de calendario sea todavía una utopía, porque según la directora del IAA los datos remitidos por el consistorio son «una trigesimosexta parte» de lo que se pedía y necesita la DGA.

«Se enviaron los consumos del agua de los meses de noviembre y diciembre del 2015, que no sirven para nada para calcular el importe del recibo, y unos 20 días de enero del 2016 de solo una de las tres áreas en las que se divide la medición en Zaragoza», expuso Torralba, quien, no obstante, confió en que este envío «será el primero de varios». Por aquello de la buena voluntad que el Gobierno de ZeC aseguró tener con esta decisión. «Entendemos que los consumos se han prorrateado pero nosotros, como mínimo, necesitamos los de un trimestre», explicó.

A su juicio, Zaragoza solo es distinta al resto de municipios de Aragón a los que ya se les gira el recibo de este impuesto «en la cantidad, pero desde un punto de vista cualitativo es lo mismo». Funcionan de una manera similar como para que el volcado de datos pueda retrasarse más de lo que ya lo ha hecho. «En el plano funcionarial y técnico estamos colaborando desde hace meses. El bloqueo era político», apuntó Inés Torralba.

UTEBO, EN OCTUBRE

En su opinión, «se ha hecho mucha demagogia con esta ley» que a la DGA le reportará unos 12 millones de euros al año de los zaragozanos. Una situación, dijo, que le obligará al IAA a redoblar esfuerzos para hacer una campaña de información al usuario. para explicar también, entre otras cosas, que se podrá pagar en ventanilla, por internet o domiciliando el recibo, o para explicar que esta es una obligación legal que tiene más que ver con el coste de la contaminación del agua y no tanto con el mantenimiento de sus sistemas de depuración que, en el caso de Zaragoza, es propio y financiado hace años por sus propios medios.

Aunque Torralba admite que falta por abordar una negociación política en la que también entran otras variables. Por ejemplo la futura puesta en funcionamiento de la planta de Utebo que se terminará «en octubre» y que prestará servicio a barrios rurales de Zaragoza como Casetas, Garrapinillos, Alfocea o Villarrapa. O la nueva estación de depuración del Huerva. Por eso alegó que las inversiones que reclama ZeC no serán posibles al menos este año. El presupuesto de Aragón no contempla ni un céntimo para iniciar nuevos proyectos o mejoras en la red de la capital.