La reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrada ayer en Madrid con la asistencia de representantes de todas las comunidades autónomas (menos Cataluña) tuvo más de encuentro político que económico. Sobre todo por la pretensión del Ejecutivo catalán de intentar una bilateralidad financiera que desde Aragón se rechaza de pleno. «No admitiremos ninguna reunión de ese tipo», expresó el consejero de Hacienda de la DGA, Fernando Gimeno.

Por lo demás, se sentaron las bases para dos comisiones técnicas, a las que acudirán representantes de las comunidades autónomas con un rango de directores generales, en las que se intentará una armonización fiscal en todo el Estado. «No es razonable que exista tanta dispersión», señaló Gimeno. En este foro, que debería tener lista una decisión antes de fin de año, se abordarán asuntos como los impuestos de Sucesiones y Patrimonio.

Otro de los asuntos que se determinarán en este foro conjunto será la financiación autonómica. De este modo, las comunidades participantes aceptaron no abordar esta cuestión en sus respectivas bilaterales, algo que no está garantizado con Cataluña.

Además, como ya se esperaba, el Gobierno de Pedro Sánchez no logró un gran respaldo al reparto del déficit para el año que viene. La decisión de aprovechar la flexibilización del objetivo comunicada a la Comisión Europea para permitir a las comunidades un desfase de las cuentas públicas del 0,3% en el 2019 (frente al 0,1% previsto inicialmente) no fue suficiente para lograr el apoyo de las autonomías del PP ni de Canarias, pese a que las dos décimas más suponen un balón de oxígeno de unos 2.400 millones de euros. Las comunidades socialistas votaron a favor salvo la valenciana, que abstuvo. Gimeno, que defendió que el margen pasara al 0,5%, finalmente cedió al planteamiento general. «El déficit ya no es la cuestión más importante», señaló.

El consejero autonómico indicó que en este momento se está a la espera de que se conozcan los ingresos que se percibirán por parte del Estado en el próximo ejercicio para comenzar a redactar los presupuestos, así como una posible flexibilización de la regla de gasto para aumentar la inversión.