El Gobierno de Aragón aprobará una orden detallada que regulará los procedimientos a seguir para los sorteos de vivienda protegida. El miércoles se celebró en el pabellón Príncipe Felipe el sorteo de 216 VPO municipales entre cerca de 15.000 solicitantes. El sistema elegido fue el de asignar a cada aspirante un número aleatorio que correspondía a una bola, para así extraer de un bombo tantas bolas como pisos se sacaban a la venta.

El acontecimiento, en el que se repartieron varias promociones a la vez, se convirtió en un espectáculo que duró más de tres horas.

La nueva Ley de Vivienda Protegida no ha desarrollado hasta el momento la figura del sorteo ya que los responsables de Vivienda se están centrando todavía en la puesta en marcha del registro, que definitivamente se abrirá el lunes próximo.

"Una vez se afine al máximo el mecanismo del registro, se perfilará el sorteo. Aunque no será necesario desarrollar todo un reglamento para ello, sí se establecerán los distintos tipos de sorteo según la naturaleza de las promociones", aseguraron desde el Departamento de Vivienda de la DGA.

Los responsables de Vivienda mantienen que el sistema del bombo es el más idóneo y transparente, aunque se consultarán todas las posibilidades a matemáticos y estadistas.

Los sorteos de vivienda protegida que el propio Gobierno aragonés ya ha realizado en los últimos meses también se ha llevado a la práctica con bolas y bombo. Sin embargo, tan sólo se extrae una de las bolas para, a partir de ahí, y dado que los números asignados ya son aleatorios, repartir el resto de viviendas.

Una vez entre en funcionamiento el registro, todas las promociones de VPO, que no sean cooperativas o comunidades de bienes, serás adjudicadas a través del sorteo con los listados obtenidos del propio registro, que será único.