El Gobierno de Aragón, a través de la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (Acpua), ha renovado la acreditación de cuatro grados y dos másteres universitarios presentados a examen por la Universidad de Zaragoza. El informe favorable avala la calidad de los requisitos exigidos por Europa y supone que las carreras --Filosofía, Información y Documentación, Trabajo Social y Ciencias Ambientales-- pueden seguir impartiéndose durante seis años más al poseer validez jurídica.

Así, el dictamen provisional evidencia que la Universidad de Zaragoza ha hecho los deberes. La institución académica presentó a examen, de forma voluntaria, estas titulaciones para que fueran sometidas a la evaluación de su calidad a través del órgano autonómico y, de este modo, ser pionera a nivel nacional en la renovación de acreditaciones, que será obligatoria para todas las universidades a partir del próximo curso.

Ahora, el proceso obliga al rectorado a seguir seleccionando titulaciones para ser sometidas a esta evaluación de acreditaciones. Así, antes del 31 de julio, la universidad llevará a examen cuatro grados más --todos los de Ciencias de la Salud: Enfermería, Fisioterapia y Terapia Ocupacional además de Ciencia y Tecnología de los Alimentos-- y más de una veintena de másteres en lo que desde la institución académica se considera la "gran prueba de fuego".

CONSEJO DE GOBIERNO Por otra parte, el Consejo de Gobierno de la universidad aborda hoy la oferta de plazas para el próximo curso en la que destaca la reducción en Medicina, que tras bajar casi 50 el año pasado, podría perder diez más si se aprueba la oferta del rectorado para adaptar la oferta a la memoria de verificación.

Además, otros diez grados perderán puestos, así como las cuatro carreras de la Escuela Universitaria Politécnica de La Almunia (Eupla), que pierden 30 vacantes cada una.

En el Consejo de Gobierno, además, el rectorado lleva a cabo su propuesta para el calendario académico del próximo curso en la que pedirá que se mantengan los exámenes de septiembre. La proposición responde al compromiso adquirido desde la universidad con el deseo de los alumnos, que expresaron de forma mayoritaria en la consulta realizada por la universidad su voluntad de no suprimir estos exámenes frente a la propuesta del rectorado de adelantar las segundas convocatorias a febrero y julio. Más del 86% de los alumnos votaron en contra de la modificación.