El Gobierno de Aragón ha decidido rescindir finalmente el contrato con Enol, la empresa que suministraba hasta ahora las agujas para personas diabéticas en la comunidad. La decisión se ha tomado después de que la realización de las pruebas de calidad de la última remesa de material recibida concluyeran con unos resultados «que no fueron satisfactorios, pese a que mejoraban a lo utilizado con anterioridad», según precisaron ayer a este diario fuentes de la consejería de Sanidad. «En consecuencia, se han iniciado ya los trámites de resolución del contrato», añadieron.

El pasado 21 de marzo ya se le comunicó la situación a Enol, que tiene 10 días para alegar. Del mismo modo, se ha comenzado ya el trámite para sacar un nuevo concurso para adjudicar el contrato y los técnicos están ahora en proceso de revisión de los criterios técnicos del mismo.

Mientras esta situación administrativa se resuelve, Aragón mantiene vigente la fórmula de suministro a los pacientes establecida hasta ahora, mediante la compra «directamente» de las agujas a la segunda empresa adjudicataria. Se trata de Izasa, que suministraba inicialmente agujas de otros tamaños a Aragón. «Estas no están dando problemas y seguirán siendo utilizadas hasta que vuelva a adjudicarse el futuro concurso», indicaron desde Sanidad.

La situación que ha abocado a la resolución del contrato viene precedida por las quejas de las personas diabéticas en Aragón, quienes denunciaron a finales del 2016 ante el Salud que las agujas que venían utilizando les provocaban heridas debido a su mala calidad. El consejero Sebastián Celaya y el gerente Javier Marión mantuvieron varias reuniones con los afectados.

RETIRADA DE LOTES

Tal era la situación que algunos de los pacientes, según denunció la Asociación de Diabéticos de Zaragoza, no se pinchaban para no sufrir dolor ni los consecuentes hematomas.

En algún caso, se obviaban comidas como el almuerzo o la merienda para evitar dos inyecciones de insulina. En el caso de los niños, Sanidad pronto les dio la opción de utilizar otra alternativa, ya que la afección todavía era más problemática.

Así, el departamento paralizó en enero la distribución de algunos lotes y la compra del material afectado de Enol. Además, la consejería se puso en contacto con la empresa encargada de su distribución, quien se comprometió a facilitar un cargamento de acuerdo a los requisitos exigidos y que fue, precisamente, el que finalmente no dio los resultados esperados tras las pruebas de calidad.

El pasado mes de febrero, en una entrevista con EL PERIÓDICO, el presidente de la Federación Española de Diabéticos (Fede), Andoni Lorenzo, reconocía que el problema de las agujas de Aragón se estaba dando en otras autonomías como Comunidad Valenciana, Cantabria o Galicia y que no podía alargarse más en el tiempo porque la afección al paciente era muy negativa.

Lorenzo ya advirtió de que, tal y como están establecidos este tipo de concursos, lo que prima por encima de la calidad es el precio.