El Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha sacado a licitación la contratación de las obras de cubrimiento de la bóveda de la escalera del noviciado del Monasterio de Rueda, en la localidad de Sástago. El plazo de ejecución es de cinco meses y se trata de un concurso abierto con tramitación ordinaria y cuyo presupuesto base de licitación se eleva a 157.708,29 euros.

El Monasterio cisterciense de Rueda fue fundado en el año 1202 y tuvo desde sus inicios un amplísimo predicamento patrimonial sobre unas 35 localidades de la comarca. En la fábrica actual del monasterio se da una superposición de épocas y estilos, correspondiendo la parte más antigua al refectorio, el calefactorio, la cocina y las dependencias dedicadas al noviciado, situado todo ello en el ala sur del edificio.

La iglesia del monasterio se concluyó alrededor del 1238 tras trece años de obras. Las obras del claustro, iniciadas hacia 1256, no se concluyeron hasta la primera mitad del siglo siguiente (año 1340), fecha en la que se debió construir la fachada del templo que da a la gran plaza de acceso, en la que se hallaba la hospedería y el palacio de los abades.

AMPLIACION A lo largo del siglo XVI, se realizaron obras de ampliación y mejora del monasterio, siendo precisamente estas las que se hallan, en general, en peor estado de conservación. La torre, de estilo mudéjar y en precario estado, se levantó en el siglo XVII. La parte mejor conservada es la más primitiva del recinto, con el el refectorio, situado en el ala meridional del monasterio. Bajo la bóveda de medio cañón, y encaramado en el muro de la pieza, se conserva aún el púlpito, con una curiosa escalera abierta en el muro y apoyado sobre una gran ménsula.

Abierta también al claustro se halla la sala capitular, con una hermosa entrada y espaciosos vanos para ganar luz. Otra pieza de interés es la zona destinada al noviciado, del gótico primitivo, con curiosos y robustos pilares sobre los que descansa la bóveda de crucería.

El conjunto se cierra al norte por la iglesia abacial, de tres naves de cinco tramos, sin crucero y con el ábside plano. La única capilla abierta a las naves albergó, entre otras, la tumba del que fuera Justicia de Aragón Juan Gil de Tarín, fallecido en el año 1290.