El Gobierno de Aragón ha asegurado que la cooperación y la rapidez en el despliegue del dispositivo de emergencia que se activó el pasado mes de abril con motivo de la crecida del Ebro ha permitido reducir los daños con respecto a la anterior riada extraordinaria de 2015.

Así lo ha anunciado la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, quien ha presidido hoy una reunión en el Centro de Emergencias 112 de Aragón en la que se ha hecho balance de la actuación de los cuerpos de emergencia durante la crecida.

"Hemos analizado cuáles fueron los aciertos de esta gestión y también los errores, con el fin de compartir las lecciones aprendidas y, ante una situación similar, saber cómo actuar y evitar repetir los errores que se hayan podido cometer", ha indicado en una nota de prensa Júlvez.

En ese sentido, ha destacado que la "coordinación y la información inmediata" entre las distintas administraciones públicas ha sido importante para evitar que se generase "alarma social" y ha puesto en valor el trabajo realizado por los alcaldes de los municipios afectados.

Precisamente, representantes de las localidades que se inundaron en la ribera del Ebro han participado hoy en una reunión en la Delegación del Gobierno en Aragón, donde se les ha explicado la línea de ayudas que ha establecido el Ministerio del Interior.

Particulares, comunidades de propietarios, establecimientos industriales y mercantiles o los propios consistorios pueden solicitar hasta el próximo 21 de mayo estas compensaciones económicas con motivo de la avenida del río.

Desde la Delegación del Gobierno están trabajando en la actualización de los datos sobre la crecida con el objetivo de conseguir que el Consejo de Ministros realice la declaración de zona afectada gravemente para una emergencia de formación civil, lo que permitiría que se incorporen medidas más amplias para paliar los daños en infraestructuras agrícolas, municipales y provinciales.