Las cuadrillas forestales de Aragón han tenido que suspender las labores de mantenimiento de los montes como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Partiendo de que la prioridad es la salud de los empleados y evitar contagios, se han paralizado sus tareas, aunque desde los sindicatos de Sarga, Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental, avisan de que los trabajos que a día de hoy no se realicen tendrán consecuencias negativas de cara a la época de incendios. Por otro lado, los 374 Agentes Para la Protección de la Naturaleza (APNs) están a disposición del plan de Protección Civil que establece las necesidades que deben ser atendidas, según explican desde el Gobierno de Aragón.

Los propios trabajadores advierten que suspender temporalmente las labores de mantenimiento que habían iniciado a principios de mes puede tener consecuencias negativas de cara a un posible incendio. Ahora es la época en la que las cuadrillas se encargan de limpiar los caminos forestales de árboles muertos y malezas para dejarlos despejados y hábiles en caso de tener que actuar. Tampoco están preparando zonas estratégicas para que pueda aterrizar el helicóptero (que en Alcorisa está operativo todo el año) ni se están desbrozando y preparando áreas de cortafuegos ni creando otras nuevos.

CONTINGENCIA / Se trata de tareas fundamentales para agilizar las labores de extinción en caso de tener que actuar de forma urgente y evitar la propagación del fuego. «Sería un problema tener que perder el tiempo retirando un árbol o una rama de grandes dimensiones que nos está cortando el camino», explica un empleado de la provincia turolense.

Aunque los trabajos de mantenimiento son necesarios en toda la comunidad, con una superficie forestal de 2,6 millones de hectáreas, es en la provincia de Teruel donde más urgen estas labores de contingencia por los destrozos que originó la borrasca Gloria en enero. Según informan varios empleados de Sarga, las fuertes nevadas se llevaron por delante pinos y árboles que están rotos y hay mucho material en el monte que, en caso de que se produzca un incendio, hará que sea «más virulento» porque hay mucho combustible para arder. No obstante, también ha permitido una mayor hidratación del terreno, algo que juega a favor. El confinamiento también resulta positivo para el campo porque, recuerdan los forestales, en la mayoría de los incendios está detrás la actuación del hombre, ahora en casa.

Las cuadrillas habían iniciado trabajos de limpieza en el Matarraña (donde son habituales las tormentas de rayos), el Bajo Aragón, las Cuencas Mineras o el Jiloca, donde peor se encuentra el terreno y donde habría más problemas para acceder con las autobombas y los vehículos. «Es dónde hay más masa forestal rota y esa materia que está seca y muerta dificultará las labores de extinción y alimentará el fuego», explican. Por eso, consideran que sería necesario, cumpliendo con el protocolo de prevención, actuar en las zonas más dañadas por el temporal con el objetivo de minimizar el riesgo en las zonas con más combustible.

En la situación actual, en el caso de que las cuadrillas tuviesen que actuar tendrían que hacerlo cumpliendo con el protocolo que limita a dos las personas que podrían viajar en el helicóptero y en cada vehículo.

Aunque los trabajadores se encuentran en casa por el estado de alarma, todos están de guardia por si fuese necesario actuar de forma urgente.

UGT pide que os trabajadores de Sarga hagan labores de desinfección en las zonas rurales

El sindicato UGT instó ayer al Gobierno de Aragón a que valore que los trabajadores de Sarga puedan realizar labores de limpieza y desinfección en las zonas rurales. Aseguran que «no está teniendo en cuenta la capacidad de llegar a todo el territorio aragonés ya que el conjunto del operativo está desplegado por toda la comunidad y puede realizar labores valiosas en este momento». Proponen que estas cuadrillas se encarguen de «la prevención y desinfección de pueblos, el transporte de equipos sanitarios o de materiales de primera necesidad como alimentos y productos de farmacia» con el fin de ayudar a las personas con más dificultades.

Por otro lado, desde el sindicato Csif advierten de las consecuencias que puede tener durante el verano que las cuadrillas hayan suspendido las labores de mantenimiento y limpieza de los montes. Aseguran que, en caso de que se produzca un incendio, los efectos pueden ser mayores por la cantidad de combustible (como árboles y ramas secas y muertas) que se está acumulando en las zonas forestales de Aragón.