La DGA prevé dar un empujón definitivo a la mediación judicial --la resolución de conflictos previa a la llegada a juicio-- el año que viene, con la puesta en marcha, en abril, de una sede centralizada para ello. Fue uno de los anuncios de la directora general de Justicia, Tomasa Hernández, que compareció ayer en comisión en las Cortes para informar sobre los logros y retos pendientes de la administración judicial, por petición del consejero Roberto Bermúdez de Castro.

Hernández admitió que dos de los grandes retos del sector, la implantación de la Nueva Oficina Judicial (NOJ) y la modernización del Instituto de Medicina Legal, no podrán ser abordados esta legislatura. En el segundo apartados se incluyen grandes proyectos como la dotación del fondos de la Unidad de Neurociencia Forense, que será pionera en España y ha despertado el interés de la judicatura y la gendarmería francesas.

En proyectos más tangibles, Hernández presumió de inversión no solo en edificios --los juzgados de Zaragoza y Huesca, la Audiencia Provincial de la capital...-- sino en tecnología. El objetivo es agilizar los trámites eliminando papel hasta alcanzar el expediente digital completo.

Esto tardará, pero se han dado pasos. Por ejemplo, el sistema de grabación judicial e-Fidelius se instalará por completo en Aragón a mediados del año que viene, con su llegada en lo que queda de este a Teruel y a otros 12 partidos, a la Audiencia Provincial y al Tribunal Superior de Justicia de Aragón en unos meses. En Huesca se prueba una técnica pionera, que ha despertado el interés de otras comunidades, para incorporar pruebas en formato electrónico en plena vista.

La comunicación electrónica por la red lexnet entre todos los operadores judiciales --juzgados, abogados, procuradores, etc.--, de forma bidireccional, comenzará en enero en Zaragoza, tras el buen resultado en Teruel. Esto podría llevar incluso a eliminar el concepto de día hábil en el mundo judicial, con la comunicación instantánea.

Además, Hernández destacó los avances en el uso de las videoconferencias, aunque aún estén "infrautilizadas"