La Diputación General de Aragón (DGA) trabaja en la actualidad para traer de vuelta a la comunidad en torno a un millar de piezas arqueológicas de la época romana que se encuentran en el Museo de Navarra y proceden de un yacimiento arqueológico poco estudiado que se sitúa al sur de Sos del Rey Católico.

Así lo afirmó ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán, en la ceremonia organizada en el Museo de Zaragoza para escenificar la entrega a la comunidad de siete cascos celtibéricos robados a finales de los años 80 del pasado siglo en una necrópolis prerromana existente en Aranda del Moncayo.

En este caso, subrayó el jefe del Ejecutivo, se parte con la ventaja de que «nuestras relaciones con el vecino del oeste son mucho mejores que con el vecino del este», en referencia a la Comunidad Foral y a Cataluña.

Para Lambán, el frente abierto con Navarra se inscribe entre las «cuestiones pendientes» de resolver, tras la victoria obtenida la pasada semana en Barbastro, donde el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 ordenó a la Generalitat la «inmediata devolución» de 111 piezas de arte sacro retenidas en el Museo de Lérida desde finales del siglo XIX y principios del XX.

Legislación favorable

Lambán aclaró, a preguntas de los periodistas, que las piezas que son objeto de negociación con la Comunidad Foral son «pequeñas», tienen carácter fragmentario y son de época romana, si bien, al parecer, según otras fuentes, las hay también de origen prerromano.

El asunto ha sido encomendado al consejero de Cultura, Felipe Faci, quien mantiene contactos con su homóloga navarra en un clima de colaboración entre las partes. De hecho, al parecer, también se da la situación contraria, es decir, la presencia de piezas potencialmente museísticas de Navarra en salas de exposición aragonesas.

En lo que concierne a los vestigios que Aragón reclama a la vecina comunidad se sabe que han sido recogidos por un particular a lo largo de varios años y que todos ellos han sido puestos a disposición del Museo de Navarra, que incluso emplea una nave de grandes dimensiones para almacenarlos.

La legislación actual juega a favor de los intereses de Aragón, dado que establece que las piezas arqueológicas pertenecen a la comunidad en que se encuentran, tanto si su hallazgo es fruto de una excavación organizada como fruto del azar.

Cuna de Fernando de Aragón, el futuro Rey Católico, el municipio cincovillés de Sos es rico en vestigios de otras épocas. A menudo, estos se encuentran superpuestos o mezclados en los distintos yacimientos catalogados y en los edificios civiles e iglesias que configuran su actual trama urbana.

De ahí su atractivo para los buscadores de restos arqueológicos que actúan al margen de la ley, una situación que se da en otras partes del territorio aragonés, en particular en la Comunidad de Calatayud, donde los restos celtibéricos son más abundantes que en el resto de Aragón.

Ante este estado de cosas, la respuesta ha sido instituir figuras de protección legal que acotan los lugares protegidos pero que no tienen un valor disuasorio frente a quienes buscan vestigios por afán de lucro.