El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza firmarán en abril el acuerdo de compensación de deudas mutuas por valor de 18,1 millones de euros. Tres meses después de que el Ejecutivo aragonés prometiera hacerlo, con plazos que se han ido retrasando por "problemas técnicos" y en medio de un clima de incertidumbre generado por los datos económicos que arroja el Pignatelli. Ahora parece que va en serio, que sí van a zanjar sus deudas con la firma de un documento que pasará antes por el Consejo de Gobierno y que, según dijo la propia DGA a este diario, se incluirá en el del día 1 o, como máximo, el 15 del mes que viene.

El pasado 18 de diciembre aseguraba el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, que ya se había alcanzado un acuerdo para la compensación de deudas mutuas --por valor de 15 millones, dijo-- y que se firmaría en "diez días". Hoy se cumplen tres meses desde ese 28 de diciembre señalado y no hay un papel firmado. Buenas relaciones --así lo dicen públicamente las dos instituciones-- y un tono de calma aparente que no ha sido tal en las últimas semanas.

LA URGENCIA Por esta espera, que llevó incluso al alcalde, Juan Alberto Belloch, a anunciar en el último pleno que "si no se llega a acuerdos, pediré audiencia a la presidenta", Luisa Fernanda Rudi. Pero no hará falta. La firma se producirá "de forma inminente". Así lo aseguró la DGA al consistorio esta misma semana.

Esta aparente sintonía no concuerda con la tensión con la que se ha llevado esta demora en el consistorio. Su urgencia por firmar este documento hizo que se valorara muy en serio la posibilidad de acudir a los tribunales, alegando el impago de tributos (sobre todo el IBI) que, según reconoció Bermúdez de Castro en diciembre, se remontan en algunos casos a hace 20 años.

Porque en este cambio de cromos de 18,1 millones de euros estaban, por parte de la DGA, su deuda por el tranvía (los 9,9 millones del año pasado) y la tributaria de Expo Zaragoza Empresarial, por otros 8,2. Y por parte del consistorio, el pago a la sociedad Expo de los 7,3 millones que restan de la remodelación del Balcón de San Lázaro, otros 7,9 para liquidar sus encomiendas de la muestra internacional del 2008 y 437.000 más a esta sociedad por otros compromisos de gestión, además de 2,5 milones vinculados al sellado del vertedero de Torrecilla de Valmadrid.

La urgencia, además, radica en que mientras la DGA no firme este documento, que no implica desembolso de dinero alguno, el ayuntamiento no puede dirigirse al Ministerio de Medio Ambiente a exigirle los 7,5 millones que este debía abonar por las obras de San Lázaro. Y eso sí suponen ingresos para las arcas municipales. Y tampoco se regularizaría el compromiso para el sellado del vertedero, que el consistorio ha sacado ya a concurso por su cuenta y riesgo sin más compromiso que el que hizo Bermúdez de Castro en diciembre. Pero el tiempo pasa.