La Dirección General de Tráfico (DGT) y los examinadores siguen sin llegar a un acuerdo, tras la reunión de ayer con el comité de huelga para debatir la convocatoria indefinida y tratar de establecer unos servicios mínimos.

En primer lugar, Tráfico planteó fijar unos servicios mínimos del 65%, que luego rebajó al 50% en el transcurso de las cuatro horas de reunión. Por el contrario, la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) consideró que esta cifra es «absolutamente desproporcionada porque el servicio no es esencial» y solo proponen ofrecer un 20%.

Los examinadores reclaman una subida salarial y el incremento de personal. Ante la falta de acuerdo con la DGT, la huelga comenzará el próximo 4 de septiembre y se efectuará de lunes a viernes, frente a la última de junio y julio que solo afectaba de lunes a miércoles.

El problema de esta reducción de convocatorias está generando la merma de ingresos de las autoescuelas (un 25% menos de matriculaciones frente al mismo periodo de años anteriores en Zaragoza), despidos de profesores, cierre de autoescuelas y que los alumnos vean truncado su proceso de formación al no poder examinarse.