La empresa Alhosa Alcañizana de Hormigón ha declarado hoy un día de luto tras la muerte ayer de un joven de 28 años en accidente laboral. Alvaro Cebrián Robles, vecino y natural de Alcañiz, falleció tras caerle encima un usillo de una grúa que descargaba vigas de hormigón, según informaron fuentes cercanas a la empresa.

Hacia las dos de la tarde, un usillo --pieza de hierro que se utiliza para sujetar las vigas-- caía sobre la cabeza de Alvaro Cebrián, golpeándolo y causándole la muerte. Esta pieza metálica se desprendió de una grúa que transportaba bloques de hormigón de 2.600 kilos en las instalaciones de Alhosa Alcañizana de Hormigón. En el momento del accidente otros dos operarios se encontraban cerca del fallecido aunque no sufrieron ningún tipo de herida.

A las cuatro menos cuarto, el juez levantó el cuerpo y las diligencias fueron trasladadas al Juzgado de Alcañiz, según informó la Subdelegación del Gobierno en Teruel.

Este joven vecino de Alcañiz, llevaba siete años trabajando para esta empresa situada en el polígono industrial Las Horcas por lo que era conocido por muchos de los empleados. Por este motivo, la noticia causó una gran conmoción en la fábrica que hoy ha decretado un día de luto para que los compañeros del fallecido puedan asistir al funeral que se oficiará en la iglesia de San Francisco en Alcañiz.

Alhosa Alcañizana de Hormigón es una de la empresa más grandes de Alcañiz y forma parte de un grupo de industrias de la construcción que pertenece a la familia Gil Sancho. Desde hace más de 20 años esta industria de prefabricados está instalada en una superficie de 40.000 metros cuadrados en el polígono Las Horcas y, a día de hoy, cuenta con más de 150 trabajadores. Según explicaron fuentes cercanas a la empresa, en los años de experiencia de Alhosa ningún empleado había sufrido ningún accidente en el puesto de trabajo.