La Cincomarzada era ayer el escenario perfecto, a dos meses de las elecciones municipales, para lucir palmito y dejarse querer por los zaragozanos en el parque Tío Jorge. Los partidos políticos -menos el PP, que hace mucho que no vive esta celebración- aprovechaban el día de sol y reivindicación para entremezclarse con las miles de personas que acudían a la cita. Y esta vez había muchos focos de atención. Despegaba oficialmente la candidata socialista Pilar Alegría en su carrera hacia el bastón de mando. Y el alcalde, Pedro Santisteve, se daba un baño de multitudes en su paseíllo por el andador central, mientras se vivía con morbo tener su estand de Zaragoza en Común (ZeC) pared con pared con el de Podemos. Unos metros más abajo, IU. Y CHA y su candidato Carmelo Asensio, en la frontera, testigos de excepción de esa trastienda que parecía una autopista hacia la confluencia en la que nadie quiere pagar peaje.

«Todo el mundo me da ánimos, me dice que sigamos así, que para adelante», comentaba Santisteve en un descanso. Era su última Cincomarzada en el actual mandato y toca echar el resto para volver el año que viene. Era un buen termómetro para medir fuerzas. Podemos no quiere participar de las primarias de ZeC y, si nadie lo cambia, Violeta Barba competirá contra él, así que había que medir el tirón. Y el alcalde, todo hay que decirlo, ayer lo tuvo.

200 firmas por la unidad

Se gustó y de la mano de su máximo aliado ahora, IU, que parecía más dispuesto a dar certidumbres a ZeC y a su liderazgo. Alberto Cubero, abandonaba su puesto de comandante para ser su lugarteniente, siempre detrás de Santisteve, muy cerca en las fotos, en buena sintonía. El distanciamiento que marcan ahora Nacho Escartín y Violeta Barba parece haberles unido más. Aunque hubo conversaciones con ellos. Por primera vez en mucho tiempo del secretario general podemista y el coordinador genaral de IU Aragón, Álvaro Sanz, y de IU Zaragoza, Raúl Ariza, al olor del embutido a la plancha, bajo un sol abrasador y con calma tensa.

A las 13.30 horas, un grupo «de colectivos independientes» les entregaban las «200 firmas que se han recogido en cuatro días» para pedirles a Podemos y a ZeC que vayan juntos bajo la misma papeleta. «Si van unidos ganamos todos, si van por separado perderemos todos», explicaba Mariano Mérida, miembro de la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA), antes de hacerse una foto conjunta bajo la pancarta Sumemos. La Ciudad para la Gente. Juntos en ZeC, y el alcalde en primera fila, al igual que Luisa Broto. Otra imagen para la trastienda de la Cincomarzada.

Convivir es lo importante, tanto como recoger el testigo de las asociaciones vecinales, esas exigencias que definen la fiesta. Esa «escucha activa» que resaltaba Santisteve, quien añadía que su gobierno «ha estado permanentemente apoyando reivindicaciones que hoy son la bandera de la Federación de Barrios».

También lo hacía la alcaldable socialista Pilar Alegría, otro de los nombres propios en el Tío Jorge. Su primer paseíllo de candidata entre la multitud, bien escoltada por las concejalas Marta Aparicio y Lola Ranera, que no tienen asegurada su continuidad en esa nueva era del PSOE municipal. Las agrupaciones han hablado, le han dado un listado de nombres con ellas dentro pero ella aseguraba ayer que eran «sugerencias» y que «no son vinculantes». Su objetivo, remarcaba, es hacer una «profunda renovación» para ganar en mayo.

Se enfrentó a uno de los lemas, el rechazo al impuesto de la contaminación de las aguas (ICA) que ha empezado a girar el Gobierno de Javier Lambán del que ella forma parte. Pero repetía que «en Podemos y de ZeC nunca hubo esa predisposición a hablar» para mejorarlo y «siempre lo han usado como un arma arrojadiza».

En un segundo plano quiso estar Ciudadanos. Su portavoz, Sara Fernández, aún no es candidata oficial, pero se dejó ver junto a la concejala Cristina García.