La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a diez años de prisión a Luis Fernando P. G., al que ha declarado autor de un delito de abusos sexuales sobre un menor de edad: penetró con un dedo a una niña de cinco años, a la que provocó un hematoma vaginal interno.

Luis Fernando P. G., que se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia el pasado lunes, aseguró que no había agredido a la niña y dijo que si inicialmente había confesado los hechos tanto ante la Policía como en el juzgado de guardia fue porque la madre de la pequeña le había amenazado. Su esposa, que declaró como testigo, mantuvo la misma tesis, a la que los magistrados no han concedido credibilidad.

Los hechos ocurrieron la tarde del 2 de junio del 2013 en la vivienda del acusado y su esposa, cuando el primero se quedó a solas con la niña mientras la segunda bañaba a su hijo. Los padres de la víctima, que habían salido a hacer unas compras, estaban alojados eventualmente en ese piso como pago por unas obras de reforma que había ejecutado su padre con la ayuda de unos amigos.

CONVIVENCIA

Tras la detención y el ingreso en prisión de Luis Fernando P. G. continuaron residiendo en esa vivienda durante tres meses, hasta agosto.

El psiquiatra del centro penitenciario de Zuera que ha atendido al autor de la agresión sexual le atribuyó a este una "pobreza mental".

En el caso de la niña, las psicólogas de un gabinete privado que la tratan explicaron que la agresión le provocó secuelas. "Fue una niña normal antes de que le pasara esto", indicaron. Por su parte, las forenses del IMLA (Instituto de Medicina Legal de Aragón) que la exploraron anotaron que se trataba de "una cría muy sociable, muy abierta".

Los forenses que la sometieron a una revisión a los dos días de los hechos constataron la presencia de un hematoma en el interior de los labios vaginales de la niña cuya génesis atribuyeron a la introducción de un objeto contundente y largo que "puede ser" un dedo.