El hospital de semana del Miguel Servet ha sido uno de los damnificados por el inicio, hace unos días, de las obras de la nueva unidad de salud mental en el centro. El servicio se ha quedado ahora con solo siete camas pero recuperará su dotación «dentro de dos meses», según aseguró ayer el director del centro, Juan Ramón Portillo. «Somos conscientes de que el hospital de semana es un elemento muy importante para la gestión de patologías. Solo se ha quedado con siete camas como consecuencia de las obras pero pronto recuperaremos su dotación habitual y le buscaremos una nueva ubicación definitiva que tenemos pensada», añadió sin desvelar el futuro emplazamiento.

Ahora, tras la conclusión de las obras de la nueva cafetería, el Servet se centra en el desarrollo de los trabajos para la habilitación de la unidad de salud mental. «Es un proyecto muy importante, con la ampliación de 16 camas en la tercera planta. La semana que viene se empezarán a tirar los tabiques internos. La obra va algo más retrasada de lo que queríamos, pero, en líneas generales, va bien», aseguró el director del hospital.

Los trabajos, que se prolongarán durante los próximos nueve meses, repercutirán en cinco servicios -Urología, Arritmias, Reanimación, Hemodiálisis y el propio hospital de semana- y se reorganizarán alrededor de mil camas. Así, las obras han convertido al hospital Militar en destino de numerosos pacientes derivados del Servet. «Hemos perdido camas y, por ejemplo, se ha tenido que mandar una planta de Medicina Interna al Militar, pero en un año todo se habrá olvidado», apuntó Portillo.

En este sentido, el responsable del Servet se congratuló del acuerdo con el centro del Ministerio de Defensa. «La colaboración está siendo muy buena. Se ha pasado una planta de Psiquiatría con 12 camas, una de Geriatría con 20 y la de Interna con 25. Hemos sacado a 70 pacientes de su hábitat natural y pasamos unos 12 al día. Fue una buena decisión», indicó.