Las organizaciones memorialistas de Zaragoza han pedido al alcalde Jorge Azcón que adecente los monumentos relacionados con la represión fascista que se encuentran en diversos puntos de la ciudad. Así, destacan que el homenaje a las 13 Rosas del parque Labordeta ha sufrido estos meses un nuevo ataque que ha significado la desaparición de 2 de los 13 recuerdos que homenajean a las jóvenes asesinadas. Concretamente han desaparecido las estelas que recuerdan a Carmen Barrero y a Martina Barroso. Además, piden que se restaure el conjunto de recuerdo al exterminio de Mauthausen.

El secretario de la Plataforma de Asociaciones Memorialistas de Aragón (PAMA), Enrique Gómez, ha evidenciado que este tipo de ataques demuestra que “ni se cierran heridas ni se pasa página” en contra de lo que dicen los partidos de la derecha. “Cuando se quiere rememorar una cuestión de humanidad elemental, la historia de unas chicas asesinadas impunemente, descubrimos que se vandalizan de forma habitual en este país”, han denunciado.

Los colectivos memorialistas recuerdan que todos los monumentos que dependen del consistorio “se tienen que mantener en buenas condiciones”. De hecho, la limpieza de la fuente de Goya, en plena plaza del Pilar, se produjo a las pocas horas de ser pintada. “Creemos que este ataque, además de un acto vandálico, es un acto contra la vigente ley de la memoria democrática de Aragón por cuanto esta norma establece la obligación de recuperar la memoria y contribuir al reconocimiento de la verdad y la dignidad de las víctimas del franquismo”, añaden desde PAMA.

Además, Gómez ha señalado que el consistorio zaragozano, con el PP y Ciudadanos al frente, está limitando su apoyo a los actos relacionados con la memoria histórica. Por eso temen que se piedan avances logrados en anteriores legislaturas. Es lo que ha sucedido con los aportes que reciben las jornadas divulgativas La imagen de la memoria, pendientes todavía de los fondos municipales que reciben todos los años. Por el momento confían poder seguir disfrutando, gracias a la cesión, de la llamada Casa de la Memoria que varias asociaciones comparten en el barrio de Torrero.