En todo control médico cualquier información y dato es de vital importancia, pero en unos análisis rutinarios quizás sea el colesterol el parámetro que más quebraderos de cabeza genera entre la población. El malo (LDL) no debe estar alto y el bueno (HDL) no tiene que estar bajo, por lo que la regla fundamental recae en un equilibrio de ambos, aunque «si el bueno está alto, mucho mejor», aseguro ayer Fernando Civeira, catedrático en Medicina, investigador y responsable de la Unidad de Lípidos del hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Conseguir la regularidad del colesterol también conlleva una serie de recomendaciones a cumplir por el paciente. Todas ellas basadas en una buena calidad de vida que ayer, con motivo de la celebración del Lipid Day, se recordó en el Servet con motivo de una campaña en la que varios pacientes pudieron saber cómo tenían el colesterol en el momento.

Sobre las 12.15 horas, más de cien personas habían pasado ya a mirarse los niveles. «Estamos muy contentos; está siendo un éxito», decía Antonio Sanz, de la Fundación Española del Corazón. Una enfermera fue la encargada de pinchar a los pacientes y, a través de una pequeña muestra de sangre, les ofreció los resultados de su colesterol bueno y malo. «Estoy contento; estoy dentro de los parámetros», señaló José Luis en el hall del edificio de Traumatología, donde se instaló un panel con una arteria gigante donde se fueron colocando los resultados de los participantes.

«Llevo una alimentación sana y hago ejercicio. Ahora con la llegada del buen tiempo también salgo a correr y los resultados de ahora (por ayer) me han salido bien», decía Susana Delario, voluntaria de Cruz Roja en el hospital que también se animó a mirar su colesterol.

La dieta equilibrada y el ejercicio físico son fundamentales para prevenir esta patología. También no fumar y evitar el sedentarismo. «Nunca he tenido ningún susto, pero me gusta controlarme. Me hago análisis cada año o cada seis meses, según me recomienda el médico. El año pasado ya participé en esta actividad», apuntaba Pedro Sebastián.

Según los datos aportados, más de la mitad de los españoles tiene el colesterol elevado, pero el 54% está sin diagnosticar. Presentar unos niveles no controlados puede contribuir hasta al 60% de los infartos o anginas de pecho y al 40 % de los ictus. «El colesterol favorece el desarrollo de la arterioesclerosis, que es la principal causa de las enfermedades cardiovasculares. Estas son la causa de muerte más importante en Aragón y en todo el país», explicaba el doctor Fernando Civeira.

VIDA SANA

El experto apuntó que cuando el colesterol es «muy alto en sangre» se deposita en las arterias y conforme lo hace estas se van obstruyendo. «Esto supone que se rompa la pared bruscamente y es cuando surge el infarto o el ictus», indicó. «El colesterol se deposita en las arterias si los mecanismos defensivos están dañados. Estos son una barrera de células que se destiñe con factores como el tabaco. Es decir, el tabaco favorece que el colesterol entre en la arteria, como también lo hace la diabetes o la edad, que quitan protección a esa barrera.

Civeira indicó que «el perfil ha cambiado», ya que las enfermedades cardiovasculares han descendido gracias a que la gente «hace más ejercicio y cada vez fuma menos», pero insistió en que todo está en la «responsabilidad» de cada uno. «No se puede ir metiendo kilos con los años y creer que no pasa nada, porque eso pasa factura y perjudica», insistió. También añadió que «el gran reto» está en el peso, ya que hay mucho sedentarismo y unos niveles de obesidad altos. «La diabetes es consecuencia directa», dijo.