El Ayuntamiento de Zaragoza mantendrá intacto el dinero que ya está abonando, desde el 5 de junio del 2018, la empresa Iberebro «hasta que la sentencia sea firme» porque, a continuación, si se mantiene la decisión del juez del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) de declarar nulo de pleno derecho el plan especial que impulsó la construcción de Torre Village «se le devolverá íntegramente». No habrá movimiento alguno hasta que esa decisión judicial deje de ser provisional, pero puede producirse antes incluso de que finalice el aplazamiento a 24 meses que solicitó la sociedad promotora de Pikolín por el 10% del aprovechamiento que supuso la revalorización de sus suelos en la antigua factoría de la carretera de Logroño.

Una vez que el salón de plenos aprobó el plan especial que ahora los tribunales han tumbado, el ayuntamiento y la empresa suscribieron un convenio de gestión que obligaba a Iberebro a desembolsar 2.763.945 euros al consistorio por ese aprovechamiento. Una cuantía a la que se llegó después de que los técnicos de Urbanismo desaconsejaran lo que PP, PSOE y Ciudadanos (Cs) estaban dispuestos a hacer a través de un voto particular, que era perdonarle ese dinero y canjearlo a cambio de suelo para huertos urbanos en la ciudad. Un dinero que, poco después de la firma del convenio, la propia sociedad promotora pidió pagar a plazos, durante 24 meses y empezar a pagar, el día 5 de cada mes, a partir de junio. Una petición que el consistorio aceptó y con la que, al finalizar el desembolso, generaría 100.000 euros más en concepto de intereses.

119.296 EUROS AL MES

Así se estableció la factura mensual que Iberebro lleva 9 meses abonando, a razón de 119.296 euros mensuales al ayuntamiento. Unos pagos que desde junio del 2018 a febrero del 2019 ha reportado a las arcas municipales un total de 1.073.664 euros. Y que la promotora de Torre Village terminará de abonar los 1,6 millones restantes «en mayo del 2020», cuando lleven siete meses funcionando, si se cumplen sus planes de abrir, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, en el próximo mes de noviembre aprovechando la campaña del Black Friday.

Pero hasta ahora nadie conocía qué uso se le estaba dando a ese dinero. Y no será porque nadie lo haya preguntado. La Federación de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincial (Ecos) lo ha consultado «en dos ocasiones» ya, la última el pasado mes de noviembre, explicaron sus responsables a este diario, con escaso éxito.

Su motivación no era otra que conocer las previsiones de gasto con respecto a las «políticas de apoyo al comercio de proximidad» que se incluyeron en aquel plan especial ahora anulado y en el convenio con Iberebro para darle un carácter finalista a esos ingresos que desde junio se están percibiendo. También pidieron ejecutar medidas conforme se fuera disponiendo del dinero. El año pasado habría supuesto disponer de 830.000 euros.