Los responsables del parque temático Dinópolis tienen muy claro que el descubrimiento de los restos fósiles de un saurópodo en la localidad de Riodeva puede suponer un punto de inflexión definitivo para el futuro del proyecto paleontológico turolense, que ayer abrió sus puertas de nuevo después de mes y medio en que ha estado cerrado para realizar trabajos de mantenimiento.

Los restos del que podría ser el dinosaurio más grande del mundo han pasado a ser el punto de referencia por excelencia de Dinópolis, donde ya se pueden contemplar desde ayer. El saurópodo de Riodeva tendría unas dimensiones descomunales, según sus descubridores, que calculan mediría unos 35 metros de longitud y su peso rondaría las 50 toneladas. Concretamente, hasta ahora, los fósiles de este dinosaurio encontrado en el yacimiento de Riodeva son una uña y un húmero de 1,78 metros de longitud, uno de los más grandes del mundo.

Los fósiles están en el laboratorio, donde los paleontólogos de la fundación han comenzado las tareas de reparación e investigación. Los visitantes pueden ver cómo los expertos separan los fósiles de las momias, los limpian, los restauran, pegan los fragmentos y consolidan las piezas que han aparecido enteras.

Así lo explicó el gerente de Dinópolis, Santiago Rodríguez, que precisó que "el público podrá ver el proceso a través de la rampa acristalada que da al laboratorio".

FINES DE SEMANA Cuando el proceso de preparación haya finalizado, los restos se expondrán en las salas del Museo Paleontológico de Teruel, dentro de Dinópolis. El parque estará abierto hasta Semana Santa sólo durante los fines de semana.

Otras novedades de estas temporada son la apertura del Mesón de Dinoel, un restaurante de autoservicio con 100 plazas. Además, se ha puesto a la venta una entrada para visitar conjuntamente la sede de Teruel y la sede satélite de Galve y el museo de la localidad.