La diócesis de Jaca, propietaria del templo de Malpica de Arba, núcleo perteneciente al municipio de Biota (Cinco Villas), busca financiación pública para acometer las obras de reparación del muro de la iglesia que se derrumbó hace dos meses y que continúa cortando la calle a viandantes y coches.

El administrador ecónomo de la diócesis de Jaca, José María Arcas, explicó a este diario que «el proyecto de reparación del muro que sufrió el desprendimiento y el presupuesto están hechos», pero para iniciar las obras están «pendientes» de una reunión con la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) en la que se confirme a qué fondos podrán acceder, dentro de los planes de la institución provincial de financiación de obras entre la iglesia, la propia DPZ y los ayuntamientos. Se celebró una primera reunión el pasado 3 de enero, tres semanas después del desprendimiento, pero desde entonces no han vuelto a tener contacto.

Los vecinos de la localidad están recogiendo firmas para alertar del «peligro» de que otros fragmentos se vengan abajo. Urgen «soluciones» después de dos meses «en los que no se ha avanzado nada, y las instituciones se pasan la pelota unas a otras, sin dar respuesta», recordó uno de los vecinos del núcleo, Alfredo Boronat.

«La diócesis de Jaca tiene que contar con los medios que tiene», reconoció Arcas, en referencia a las limitaciones presupuestarias que afrontan, y defendió que en este tiempo «se han hecho los trabajos de limpieza básica». Unos trabajos que ejecutó la brigada municipal del Ayuntamiento de Biota con carácter de «emergencia». Pese a los riesgos de más desprendimientos, la diócesis no tiene prevista una nueva reunión con la DPZ.

El alcalde de Biota, Ezequiel Marco, trasladará la queja de los vecinos al presidente provincial, Juan Antonio Sánchez Quero, en una reunión prevista a finales de este mes y en la que los vecinos confían en «encontrar soluciones».