La vicepresidenta de las Cortes de Aragón tuvo que suspender el pleno de ayer hasta en dos ocasiones por el cruce de insultos y reproches que los diputados se lanzaron entre ellos. El popular Eduardo Peris llamó "rastreros" a los miembros de IU, lo que desató el enfrentamiento y las descalificaciones cruzadas. Al final, la portavoz del PP, Yolanda Vallés, pidió disculpas y retiró lo que su compañero había dicho. Hacía tiempo que no se vivía un refriega de estas características en el Parlamento.

Para entender lo sucedido, lo mejor es seguir la secuencia temporal del pleno. Preguntó la diputada de IU Patricia Luquin acerca de la huelga indefinida que mantienen varios trabajadores del Centro de Observación y Acogida (COA) al consejero de Sanidad y Servicios Sociales, Ricardo Oliván. En la segunda respuesta del titular del departamento, un grupo de empleados del centro, que había acudido a la sesión con invitaciones de IU, CHA y PSOE intervino desde la tribuna. Lo hicieron diciendo en alto los nombres de los menores que están en el COA seguidos de: "no es mercancía".

CHULERÍA

El consejero no pudo seguir. Mantuvo silencio y dijo: "Estoy esperando porque aún faltan algunos, son algunos más", en referencia a los chavales internados en el centro. Una afirmación que encendió los ánimos aún más, mientras los trabajadores del COA seguían gritando y eran desalojados. En este punto, Rosa Plantagenet amenazó con suspender la sesión. Los diputados estaban ya enzarzados entre ellos. Los populares aseguran que el diputado de IU, Adolfo Barrena, dijo a Oliván: "Es que eres muy tonto". Desde el grupo mantienen que dijo "torpe" y no "tonto". Justo en esa refriega, Eduardo Peris (PP) llamó "rastreros" a los diputados de IU.

Oliván continuó con su alocución y dijo: "A mí me preocupan todos, los 24 chavales". Pero desde el público seguían gritando: "Los niños no se venden, los niños se defienden". Entonces la vicepresidenta decidió suspender el pleno. En la reanudación anunció que presentará una queja en la Mesa de las Cortes para que no se vuelva a permitir ningún invitado que genere una situación como la vivida. Mientras, seguían las acusaciones entre las bancadas. Se oían referencias a lo que había dicho Peris. Plantagenet pedía silencio. El consejero volvió a tomar la palabra: "¿Ya, podemos?", dijo con su habitual tono desafiante. Terminó su intervención.

Entonces volvió a preguntar Patricia Luquin, esta vez para interesarse por las listas de espera en el CASAR. Pero aprovechó su segunda intervención para hacer referencia a lo ocurrido con anterioridad. "El Parlamento es el lugar donde reside la ciudadanía. Estas sillas nos las dan y nos las quitan los ciudadanos, por quienes ustedes tienen muy poco respeto y a quienes insultan. Aquí no se nos puede llamar rastreros. Deberían escuchar más", dijo a la bancada del PP.

A GRITOS Y DE PIE

Y volvió a explotar la tensión, el diputado del PSOE, Carlos Tomás, se levantó de su escaño, señalando a los populares. Pidió respeto a gritos y exigió al PP que se disculpase por haberles llamado "rastreros". Su compañera Mayte Pérez intentó calmarlo. Los conservadores aseguran que los llamó "imbéciles". Lo niegan los socialistas. Plantagenet intentaba imponer el silencio. Soltó un elocuente "joder", y amenazó con suspender. Llamó la atención a Tomás: "Está hasta fuera de sí --le dijo--. No tenemos ningún interlocutor que pueda dirigirse con coherencia y formas adecuadas a esta presidencia. El espectáculo que se está dando es inaceptable". Acto seguido suspendió por segunda vez el pleno. En la reanudación Yolanda Vallés (PP) puso cordura, pidió disculpas y retiró las palabras de Peris.