El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, redujo ayer un poco más --si es que les quedaban-- las esperanzas de desmilitarización de los miembros del instituto armado. Fernández, que presidió en Zaragoza la toma de posesión del nuevo jefe de la Octava Zona, el general Antonio Tocón, agradeció el apoyo del Ejército --cedió el cuartel de San Fernando-- en la organización del "acto de carácter militar de un cuerpo como la Guardia Civil, de naturaleza militar".

Por si quedaban dudas, recordó a renglón seguido que la Octava Zona, correspondiente al territorio de la comunidad autónoma, fue "en su tiempo el Sexto Tercio" del cuerpo, que llegó a Aragón en 1844.

Fernández, que arengó a los guardias a mejorar los resultados obtenidos bajo el mando del general Germán Gómez --oficialmente, la Guardia Civil resolvió el año pasado el 40,38% de las denuncias que recibió-- y le agradeció a este su labor, se refirió también, en plena tensión política por el referéndum independentista de Cataluña, a la vigencia de la Constitución.

VIGENCIA Así, se refirió el tiempo transcurrido desde su aprobación en 1978 como "el periodo más largo" de "estabilidad y desarrollo económico" de la historia de España. "Seguramente no satisface a nadie", admitió, pero resulta útil "para garantizar la convivencia", añadió.

El director general de la Guardia Civil destacó el papel que jugaron en aquella época políticos como los fallecidos Adolfo Suárez, Santiago Carrillo o Manuel Fraga, otros que siguen en activo como Xavier Arzallus y Miquel Roca y algunos responsables de organizaciones sindicales, como Marcelino Camacho y Nicolás Redondo. "Decidieron dar un carpetazo a los enfrentamientos entre españoles", dijo.

NUEVO GENERAL El general Antonio Tocón, que regresa a Aragón --se formó en la Academia General Militar-- tras haber pasado por el País Vasco, Andalucía y las dos castilla, instó a los guardias civiles --tiene casi 3.000 bajo su mando-- a dar "un trato extremadamente correcto" a los ciudadanos y a "aplicar la ley con sentido común y humanidad" para "mejorar la eficacia y la eficiencia" del cuerpo con los medios de los que dispone.

También abogó por la colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía y con las policías locales, "asó como con la seguridad privada".