Aragón registró el año pasado una disminución de hasta el 18,2% de las agresiones sexuales con penetración y un aumento considerable, del 15,8%, de los robos con violencia e intimidación. Esta es el principal dato del balance de infracciones penales en las comunidades autónomas presentado ayer por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.

Estos resultados dispares, sin embargo, se produjeron dentro de un incremento general de la criminalidad que alcanzó un 5,8% debido a que las infracciones penales en su conjunto pasaron de las 40.367 del 2018 a las 42.706 del 2019, según las mismas fuentes. Por provincias, la de Huesca fue la que sufrió una mayor subida de las infracciones, un 9,9%, frente al 8,7% de la de Zaragoza. En Teruel, por el contrario, se produjo un ligerísimo descenso del -0,1%.

Ese porcentaje global cercano al 6% sitúa a la comunidad aragonesa en cabeza de las zonas del país con mayor incremento de la delincuencia, solo por detrás de Navarra, La Rioja y Canarias.

Ese aumento se apoyó en parte en los robos con violencia e intimidación, que pasaron de 919 a 1.064. Pero, curiosamente, otras modalidades delictivas contra la propiedad experimentaron un descenso apreciable.

Este es el caso de los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que bajaron de 2.505 a 2.348, lo que supone una reducción del 6,3%. Y lo mismo sucede con los robos con fuerza en domicilios, que se contraen un -10,4% al caer de 1.571 a 1.569.

El doble de secuestros

Los hurtos, por su parte, disminuyeron un -1,8% (pasaron de 10.170 a 10.514), al tiempo que se notó una apreciable caída de las sustracciones de vehículos, del orden del -12,2%, lo que supuso el robo de 245 automóviles en el 2019 frente a los 279 del año anterior.

En el caso de los delitos contra las personas, por un lado disminuyeron un -33,3% los homicidios dolosos y los asesinatos consumados, pero, por otro, se dispararon un 25% los homicidios dolosos y los asesinatos en grado de tentativa, un dato que hay que poner en relación con el incremento en un 13,6% de los delitos graves y menos graves de lesiones y las riñas tumultuarias.

Más tráfico de drogas

En el 2019 se produjeron el año pasado dos secuestros, lo que representa un llamativo ascenso del 100% de esta modalidad delictiva, que se explica por el hecho de que en el 2018 no se registró ninguno.

La tendencia a la dismininución de los delitos sexuales no solo se aprecia en las agresiones con penetración, sino también en los denominados delitos contra la libertad e indemnidad sexual, que al descender de 346 a 333 se redujeron en un -3,8%.

El tráfico de drogas registra un repunte del 3,6%, con 348 infracciones contabilizadas en el 2019 frente a las 336 del ejercicio previo.

Una parte importante de la estadística delictiva está compuesta por lo que el Ministerio del Interior describe como «resto de infracciones penales», un cajón de sastre que no se desglosa y que supone 27.287 delitos, un 10,2% más que en el 2018.