El colectivo de riders de la capital aragonesa (unos 120 de Glovo y unos 40 de Deliveroo) está viviendo con división de opiniones el cerco a estas compañías. De hecho, muchos de ellos prefieren seguir como autónomos. «Si la Seguridad Social nos obliga a estar en el régimen general tendremos peores retribuciones porque ese coste no lo asumiría la empresa, sino que nos lo reduciría de nuestro salario», explicó ayer un rider zaragozano de Deliveroo, que aseguró que «la inmensa mayoría» de los repartidores de la ciudad prefieren seguir con el modelo actual. No en vano, apuntó que la sentencia es «esperanzadora» y va en línea con «lo que han fallado los jueces de otros países».

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