Nueve de la mañana. El sargento Meléndez comienza su segunda patrulla en solitario del día. "Nos toca la A-2, entre Alfajarín y Zaragoza", comenta a otro agente que también conduce uno de los nuevos vehículos adaptados para vigilar las carreteras.

Desde el pasado lunes, cuatro agentes de la Guardia Civil de Tráfico realizan patrullas unipersonales en Zaragoza cada día. En sus dos servicios, el sargento ha impuesto 18 multas.

Meléndez introduce una cinta de vídeo en una caja metálica situada en el maletero del Citröen C5. Servirá para grabar todo el servicio que cubra. "Al final de la jornada se borra su contenido si no ha habido incidencias o si lo solicitan los usuarios. Si hay un proceso judicial a raíz de una sanción o accidente, se pueden emplear las imágenes para aclarar los hechos", afirma mientras el coche sale de la capital aragonesa.

El vehículo cuenta con un gran panel para coordinar las luces y sirenas y con un manos libres que se emplea cuando se recurre al megáfono a fin de exigir a un conductor que se detenga. Además, dispone de una cámara de vídeo y una pantalla interna. "El sistema es tecnológicamente complejo y todavía estamos adaptándonos a él, pero está bastante logrado", señala Meléndez.

Entre tanto, otro agente recorre la autopista en sentido contrario. En total, entre los dos coches abarcan una zona de unos quince kilómetros. "El objetivo es aumentar la presencia policial en la carretera y, por lo general, nos dedicamos a reforzar a las patrullas dobles. Pero también sirve para controlar más el rendimiento de los guardias, porque se graba todo lo que hacemos", explica.

A las diez y cuarto, Meléndez echa el alto a un camionero por no llevar puesto el cinturón de seguridad. Enciende las luces y las sirenas. Antes de bajarse del coche avisa por radio al otro agente que circula en la misma zona para que permanezca alerta. Eso sí, estaciona su coche detrás del infractor. "Todavía hay gente que no se da cuenta de las señales porque hasta hace poco solíamos adelantar para parar a alguien. En las patrullas dobles aún se puede actuar como antes, pero cuando trabajamos solos es mejor no colocarte delante para protegerte mejor", indica.

Estaciona su coche a diez metros y emplea el zoom de la cámara para captar bien la matrícula del vehículo pesado. Entonces, aborda al infractor por la puerta derecha "para evitar que pueda agredirte de forma directa". Porque, como él apunta, "cuando vas solo tiendes a extremar las precauciones": "Si alguien te dispara, estás perdido aunque tengas a un compañero. Eso sí, el grado de respuesta estando dos es algo mayor".

De regreso a Zaragoza, el agente divisa un coche conducido por un anciano que trata de dar marcha atrás en el arcén de la autopista. "Es que me he perdido y quería ir hacia La Almunia", alega el conductor. "Pues siga hacia delante y salga en el próximo desvío", le recrimina Meléndez. La gran confusión del infractor le permite librarse de una multa de más de 180 euros.