La Denominación de Origen Somontano inició ayer por la mañana su vendimia particular, y se prolongará hasta las primeras semanas de octubre cuando se vendimie el fruto de las últimas parcelas de las uvas tintas garnacha, cabernet sauvignon, parraleta o moristel, que son las de maduración más tardía. Los primeros kilos recogidos de uva pertenecieron a la blanca chardonnay, junto a la blanca gewürztraminer y la tinta merlot, que todavía tienen que culminar su proceso de maduración. La campaña de recolección tenía previsto su inicio el pasado lunes, pero las «copiosas y esperadas precipitaciones» retrasaron la actividad, según informaron desde la compañía vinícola.

IMPLICACIÓN

Los primeros kilos de uva chardonnay son los que iniciaron ayer la campaña de vendimia en Somontano de este año 2019, sin embargo, esta tendrá carácter general a partir de la semana que viene. En ese momento, las 32 bodegas de la denominación y los casi 400 viticultores propietarios de los viñedos se encontrarán inmersos de lleno en la recogida paulatina y progresiva de las 15 variedades de uva que conforman el mapa varietal.

La Denominación de Origen Somontano cuenta actualmente con 4.000 hectáreas de viñedos disponibles para la recolecta.

Aun con todos los imprevistos de los primeros días, la compañía vinícola informó de que habían comenzado con su vendimia en las fechas habituales de la Denominación, aunque se haya retrasado unos días por el temporal.

REGADÍO Y SECANO

Los campos de cultivo de la DO Somontano están distribuidos en los dos tipos de plantaciones, es decir, campos de regadío y de secano. El 50% del viñedo está plantado en regadío y el otro 50% en secano. El fruto de las viñas de secano no adelantó su maduración ni, por tanto, el inicio de la vendimia, gracias a las reservas hídricas que conservaban del año pasado. Estas le han permitido concluir el ciclo vegetativo, en general, en buenas condiciones, a pesar de las escasas precipitaciones registradas durante todo el año.

La entidad también señaló que había favorecido esa buena y paulatina maduración una «primavera fresca». El verano ha estado marcado por tres olas de calor, la primera en la última semana de junio. Estas elevadas temperaturas provocaron que la planta cerrara sus estomas y detuviera el ciclo vegetativo, por lo que ese calor no afectó al fruto ni adelantó la maduración. En el caso de las viñas de regadío, las necesidades hídricas de las plantas se atendieron con el riego de las mismas, lo que garantizó, de la misma manera, «una buena y paulatina maduración», informaron.

BUENA MADURACIÓN

Las precipitaciones registradas el pasado lunes 19 de agosto impidieron que la recolecta de la uva se pudiera llevar a cabo en los plazos previstos. De hecho, las precipitaciones sumaron «una media de 50 litros por metro cuadrado». No obstante, gracias a ese aguacero, las uvas «podrán culminar su proceso de maduración en las mejores condiciones», remarcó la Denominación de Origen Somontano.