Si preparar el velatorio y el funeral es algo clave, también hay cuestiones que hay que dejar arregladas antes de que uno no pueda tomar esas decisiones por sí mismo. Todo el mundo suele dejar cerrado un testamento de bienes, pero casi nadie indica unas instrucciones previas a seguir en el caso de que uno ya no sea capaz de hacerlo. Se trata del documento de voluntades anticipadas, un escrito en el que se recoge una declaración de las cuestiones médicas a adoptar en caso de que el afectado no pudiera decidirlo.

Lo curioso es que, según informan desde la Fundación Rey Ardid, el desconocimiento acerca de este testamento vital, gestionado por el Salud, es "enorme" y que en sus residencias y centros de día no tienen constancia de que ninguno de los residentes lo tenga hecho. "Es un documento imprescindible que gracias a los cambios en materia de Sanidad, permite al paciente a tomar la última decisión sobre sus tratamientos", explica María Jesús Germán, responsable de esta materia en la Fundación Rey Ardid.