La cofradía de la Hermandad de San Joaquín y la Virgen de los Dolores se alzó ayer por la mañana con el primer puesto en el XXIX Concurso y Exaltación de Instrumentos Tradicionales de la Semana Santa de Zaragoza, prólogo musical a las celebraciones religiosas que este año contó con un gran nivel. Las 28 cofradías participantes se reunieron en el pabellón Príncipe Felipe con un formato novedoso, en el que primero actuaron las 14 que optaban al galardón y, tras un descanso, otras tantas en la exaltación.

Entre estas, llegadas también de poblaciones cercanas, sorprendió la cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y la Llegada de Jesús al Calvario, que intercaló coreografías con sus capas y toques intercambiados entre los tamborileros que hicieron las delicias del público asistente.

Intercambio

Pero el plato fuerte era el primero, y allí se reunieron más de 2.000 personas, entre cofrades y aficionados, impacientes desde las 10.00 horas para disfrutar de la competición. Bajo la atenta mirada del jurado --compuesto por un miembro de cada cofradía--, los participantes desplegaron sus habilidades y La Dolorosa recuperó el título, dos año después. Relegó a la Cofradía del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora, campeona el pasado año, a la segunda plaza. Ambas han copado el primer puesto de esta clasificación en la última década.

El resto de los puestos no trajeron excesivas sorpresas respecto a ediciones anteriores. Así, el tercero fue para la Cofradía del Señor atado a la Columna y de Nuestra Señora de la Fraternidad en el Mayor Dolor. El cuarto lo ganó el Prendimiento del Señor y el Dolor de la Madre de Dios; el quinto, la Coronación de Espinas; el sexto, la Exaltación de la Santa Cruz; el séptimo, la cofradía de Jesús Camino del Calvario y el séptimo, Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro.

Las cofradías encaran ya los últimos días de preparación antes de la Semana Santa de este año, que si el tiempo lo permite volverá a dejar boquiabiertos a los asistentes.