Simón, que todavía no ha cumplido 5 años, arrancó ayer un barco por primera vez en su vida. Aunque las dimensiones del navío no le hacían soñar con piratas ni tesoros escondidos, el pequeño, que pasaba un domingo de turismo en Zaragoza con sus padres, disfrutó de 50 minutos de agradable paseo por el río Ebro.

A diferencia de hace unas semanas cuando el barco no pudo salir, ayer el tiempo acompañaba. El Félix de Azara II --así es como se llama la embarcación-- pudo salir a navegar y esta familia de Vigo, y alrededor de 20 personas más, pudieron disfrutar de un viaje interactivo y ameno junto al capitán Julio Jiménez.

La madre de Simón, Mónica Soto, estaba encantada al ver a su hijo disfrutar de las lecciones del capitán sobre cómo pilotar el navío. "Lo cogemos de casualidad, solo estamos en Zaragoza de pasada, pero es una buena forma de conocer la ciudad, sobre todo para que los niños no se cansen", afirmó. "Además hace un viento muy agradable que esperemos que no interrumpa el viaje", declaró.

Y es que, cuando el cierzo afloja en verano, las familias aprovechan para salir a pasear en el Félix de Azara II. El capitán del barco hizo un balance positivo del fin de semana, aunque reconoció que el día que cosecha más éxito de afluencia es el sábado. "Respecto al año pasado hemos notado que viene mucha más gente de fuera de la ciudad que están haciendo turismo", explicó.

Pero no son los únicos. Muchos zaragozanos aprovechan el fin de semana para disfrutar de la oferta turística de la ciudad. Es el caso de la familia de Elena González, que trabaja en la Oficina de Turismo de Zaragoza, y dedicó la mañana del domingo para enseñarles a sus hijos una nueva perspectiva de la ciudad. "El Ebro es una parte más de Zaragoza que hay que conocer desde dentro, en el recorrido te van explicando todo lo que se va viendo, es una experiencia muy majica".