El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), que ayer publicó en el Boletín Oficial de Aragón su decisión de no someter al procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria el proyecto de implantación de siete domos geodésicos en el sector de Anayet de la estación de esquí de Formigal, señala que estos elementos tendrán un «impacto alto en el paisaje.

Esta circunstancia será «especialmente dura durante la época en la que la ladera no está cubierta con manto nivoso». Y será «acumulativa y sinérgica con el resto de infraestructuras ligadas a la estación de esquí, contribuyendo a la degradación del paisaje en una zona considerada de calidad alta a muy alta».

No obstante, la resolución añade que el sistema de construcción previsto, «permitirá recuperar los valores iniciales tras la finalización de la explotación y el abandono de las instalaciones», dado que la vida útil de los domos, que carecen de cimentación, se ha fijado en 20 años.

El proyecto ha sufrido cambios a lo largo de su tramitación. Inicialmente, el uso de los domos era como alojamiento turístico ecológico de alta montaña. Pero posteriormente el promotor subsanó este error indicando que su destino está relacionado con la práctica del esquí y los servicios que le son propios.

Con una capacidad máxima de 12 personas y un personal compuesto por tres personas, la estancia en los domos se limitará a un sola jornada y un a noche.

El informe de impacto ambiental recoge afecciones «poco significativas» de los domos sobre la fauna, vegetación natural y hábitats de interés comunitario. Asimismo, enumera las medidas preventivas y correctoras adicionales e indica que se aplicarán todas las medidas de integración paisajística y se gestionarán correctamente los residuos producidos.