El rey Juan Carlos se convirtió ayer en el primer monarca que pisa la Antártida. Desayunó en la base. Tomó café con torrijas caseras preparadas por la cabo Eva Ruiz Arisqueta, de la AALOG 41 de Zaragoza. Se interesó por los trabajos de investigación y por la vida cotidiana de los expedicionarios. Hizo numerosas preguntas y escuchó las explicaciones de Peñas Preckler, que encabezó la primera expedición española al continente helado. Los integrantes de la base le regalaron un chaquetón y un gorro de goretex y cinco cuadros con las fotos de pingüinos que han sido bautizados con cariño por los expedicionarios con los nombres de los nietos del Rey.