Una nueva faena del Departamento de Educación hacia los centros educativos nos reafirma en la petición realizada desde hace tiempo en CCOO de la dimisión de la consejera y de su brazo derecho, el secretario general técnico. Cada vez hacen más méritos. Estaba claro que las prisas del PP en aprobar la LOMCE (30 de diciembre pasado) tenía por objetivo, pasando por encima de todas las piedras que se le pusieran en el camino, que su desarrollo en las comunidades estuviera en marcha y preparado para el 1 de septiembre del 2014 para mayor gloria del nefasto protagonista de estos más de dos últimos años en el sector, el ministro Wert, y que está intentando dejar a la enseñanza pública como un solar.

El Gobierno de Aragón, a diferencia de otras comunidades que han denunciado este correcalles, está haciendo sus deberes como la voz de su amo que es y está enfrascada en su labor de adecuar los currículos de Primaria y de FP básica en un tiempo récord para que en el nuevo curso estén sobre el papel todas las modificaciones que conlleva la nueva ley educativa en estas enseñanzas que primero saltan al ruedo educativo.

Han programado para este mes de mayo, para hacer ver que escuchan a la comunidad educativa, una serie de iniciativas obligados por ley, como la convocatoria de mesa sectorial para informar de las novedades, mesa técnica para tratarlas más en detenimiento y envío de los textos al consejo escolar para su informe, que como no es vinculante...

La experiencia de estos más de dos años con este Gobierno nos hace pensar que nada va a cambiar en su idea de sacar adelante en Aragón una ley que ha nacido muerta en el Parlamento español, ya que hay una propuesta de derogación cuando el PP no tenga mayoría absoluta. Una ley que nace sin ningún consenso, que es ideológica y que aparta a la escuela de su principal papel de equilibradora de oportunidades. Lo vamos a empezar a sufrir a partir del curso próximo.

Pues a pesar de todos estos antecedentes, el Gobierno del PP en Aragón, como aquel título del querido Paco Martínez Soria, Don erre que erre, pero esta vez disfrazado de consejera, nos va a meter el cambio educativo en cómodos plazos. Este año la mitad de primaria y la FP básica, y en próximos cursos el resto de Primaria, ESO, Bachillerato, FP...

Y a todo esto, el profesorado sufriendo toda serie de recortes en sus derechos laborales, de condiciones de trabajo, aumento de ratios, más horas en Secundaria..., y que añaden ahora la incertidumbre de una reforma educativa aplaudida por la derecha más rancia de este país.

Los centros no pueden más. Además de lo que ha supuesto ese bilingüismo low cost para Primaria, reducción de apoyos y desdobles en Secundaria, rebaja de ciclos formativos y pago por ellos, ahora se encuentran con la incertidumbre de lo que les deparará este futuro incierto que es casi presente, ya que por obra y gracia de este seguidismo inhumano y sin sentido y pasando por encima de todas las opiniones que piden un retraso en esta aplicación, se van a encontrar con una reforma --la séptima de la democracia-- que no les ha dado tiempo de asimilar.

Menos mal que para organizarse y reciclarse, el departamento aconseja "utilizar el verano". Todo con el fin de que a 1 de septiembre el personal esté ya preparado para hablar con un nuevo vocabulario: estándares de aprendizaje, asignaturas específicas, proyecto de centro...

Esta reforma es segregadora aunque no lo reconozcan y alguna generación de alumnos se verá atrapada entre LOE y LOMCE. Ya estamos cansados de que cada partido traiga bajo el brazo su reforma. Nos merecemos un gran acuerdo que nos aparte de estos vaivenes.