Las carreteras aragonesas se cobraron ayer la vida de dos personas en sendos accidentes que ocurrieron con un intervalo de menos de una hora entre uno y otro, en los términos municipales de Baells, en la provincia de Huesca, y Lledó, en la de Teruel.

El primer accidente ocurrió sobre las tres de la tarde en la carretera TE-V-3303, que comunica el pueblo de Cretas con Lledó, en la comarca del Matarraña.

El siniestro se produjo cuando un turismo embistió por detrás a un vehículo que se hallaba detenido en la calzada a causa de una avería, a un kilómetro y medio de distancia de Lledó.

En ese momento se hallaban en torno al vehículo parado varias personas y tres de ellas fueron arrolladas por el segundo coche. Una de ellas, J. C. V. A., falleció como consecuencia del impacto y las otras dos sufrieron heridas leves. «El dueño del coche averiado ha llamado al bar para pedir ayuda y han ido varias personas a auxiliarle», relató una vecina de Lledó. «Se ve que entonces ha llegado un coche y el conductor no los ha visto y se los ha llevado por delante», añadió.

La misma persona indicó que era posible que el sol hubiera deslumbrado al autor del atropello, «dada la hora que era y también que se trata de un tramo con poca visibilidad», comentó.

El suceso provocó una gran conmoción en Lledó, de donde era la víctima mortal. «Somos un pueblo de 200 habitantes y todos sentimos mucho lo que ha pasado», manifestó el vecino.

En el segundo siniestro, que tuvo lugar sobre las 15.45 horas, colisionaron tres vehículos en la carretera N-230, la vía que comunica Lérida con el valle de Arán y atraviesa el este de la provincia oscense. El siniestro, cuyas causas se desconocen, se registró en el kilómetro 40, cerca del desvío de Baells, según explicaron fuentes de los Bomberos de La Litera, que se desplazaron al lugar del accidente. Se produjeron además varios heridos con lesiones de distinta consideración.