Dos personas se han visto afectadas en Zaragoza por una intoxicación histamínica tras la ingesta de tataki de atún en un restaurante de Zaragoza. El boletín epidemiológico de Salud Pública informó ayer de la incidencia de este brote de escombrotoxismo a la sección de Higiene de los Alimentos, pero no detalla en qué establecimiento ni más detalles sobre la afección y evolución de los perjudicados.

Aunque no se trata del mismo tipo de atún ni de la misma forma de cocinado, la semana pasada también se notificó en el boletín que dos trabajadores de Teruel tuvieron que ser atendidos por sufrir escombrotoxismo tras comer un bocadillo de atún, en este caso de lata, en la cafetería de su puesto de trabajo.

En ningún caso estas circunstancias recientes en Aragón tienen relación alguna. Sin embargo, sí se producen en medio de la alerta sanitaria que comunicó hace unos días el Ministerio de Sanidad sobre el consumo de atún rojo. En este sentido, se desaconsejó para los niños menores de 10 años (antes estaba en 3 años) por su alto contenido de mercurio y para las embarazadas.

Según los nuevos estándares, desde la Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), piden limitar la ingesta de cualquier especie de pescado a tres o cuatro raciones por semana en la población general, y siempre procurando variar entre pescados blancos y azules. Médicos especialistas, por su parte, aconsejaron seguir tomando este tipo de alimentos.

Uno de los brotes por histamina que más afectó a pacientes aragoneses tuvo lugar en el 2017, cuando se detectaron lotes de atún procedentes de Cádiz y Almería y que, tras distribuirse por comunidades, provocaron intoxicaciones en Andalucía, Murcia, Madrid o Aragón.

Escaso consumo / El alto precio de algunos productos del mar, el miedo al parásito anisakis (presente en el pescado y en los cefalópodos), la dificultad del cocinado respecto a otros alimentos o las imágenes de los océanos llenos de plásticos o de miles de peces muertos tras muchas catástrofes ambientales, como ha sucedido recientemente en el Mar Menor, no animan a los ciudadanos a consumir pescado. Según el Informe del Consumo Alimentario en España 2018 del Ministerio de Agricultura, la ingesta per cápita de pescado se sitúa en 23,07 kilos por persona y año, una cantidad un 2,8% inferior en relación con el 2017. El consumo de carne se sitúa en 46,19 kilos: justo el doble.