Dos agentes de la escala básica de la Guardia Civil han admitido que existía la sospecha de que una misma persona podía ser la autora de dos intentos de asesinato en Albalate del Arzobispo (Teruel) el 5 de diciembre pasado y los robos cometidos unos días después en las masías del municipio próximo de Andorra.

Así se pone de manifiesto en las declaraciones hechas ayer por dos agentes destinados en el cuartel de Andorra que estuvieron presentes en el lugar donde el criminal serbio Norbert Feher, Igor el Ruso, asesinó, la noche del 14 de diciembre, a dos guardias y a un agricultor víctima de uno de los robos que se había prestado a colaborar en la búsqueda del sospechoso.

En sus manifestaciones a las preguntas formuladas por las acusaciones y defensa, a las que ha tenido acceso Efe, afirman que entre los guardias de su zona se pensaba en la posibilidad de un autor único para los hechos ocurridos en Albalate del Arzobispo y la ola de robos posterior en masías de Andorra.

En concreto, uno de los agentes afirma, en una de sus respuestas, que "podía ser que sí, que había posibilidad" de que todos estos hechos fueran obra de una misma persona.

Describe, además, que la finalidad del servicio establecido la tarde de los crímenes era identificar al autor del robo denunciado esa misma mañana por el agricultor asesinado, José Luis Iranzo, "incluso robos anteriores y los intentos de homicidio de Albalate, porque podría ser el mismo autor".

El segundo agente en declarar asegura a su vez que desconocía si a nivel de los oficiales del Cuerpo se relacionaban los robos en masicos con los intentos de asesinato, pero afirma que entre los agentes se comentaba "que podía ser o podía no ser" un único autor el responsable.

Respecto a las medidas de seguridad adoptadas la jornada de los crímenes, indica que fueron "las que se toman siempre, porque están en Alerta 4 antiterrorista, a nivel general en España", y que no se especificaron otras distintas "de las que son habituales en esa situación.

Admite que ese día, el capitán de Alcañiz quería "ver la zona" ya que una jornada después había previsto un despliegue con fuerzas especiales, posiblemente con efectivos del GRS del Cuerpo, aunque asegura desconocer con precisión estas previsiones.

Las afirmaciones de estos dos agentes contrastan con las efectuadas unos días antes por el capitán y el alférez adjunto del acuartelamiento de Alcañiz, quienes aseguraron carecer de pruebas en esos momentos que indicaran que una sola persona era el autor de todos los hechos denunciados.

Las declaraciones de los agentes de la escala básica coinciden, sin embargo, en manifestar que los agentes asesinados por Feher junto al masico de Iranzo fueron víctimas de una emboscada y carecían de medios para defenderse.

Las partes se encuentran a la espera de que la instructora del caso levante el secreto parcial acordado sobre el contenido del teléfono móvil, pendrives, tableta y portátil que llevaba el criminal serbio en el momento de su detención.