La muerte violenta de Francho Nagore Estabén en el San Lorenzo del 2019 ensombreció las fiestas patronales de la capital altoaragonesa que al año siguiente tendrían que ser suspendidas por la pandemia. Al dolor por el fallecimiento de este hombre de 39 años muy conocido en la ciudad se unió que el sospechoso del homicidio también era vecino de la localidad. Ahora el Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca acaba de firmar una sentencia en la que impone 2 años de prisión para Raúl H. O., y el pago de más de 133.000 euros en concepto de indemnización como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave.
Una pena impuesta por el tribunal que evita que el encausado tenga que ingresar en prisión, donde sí estuvo de forma provisional durante varios meses. Inicialmente, la Fiscalía solicitaba 3 años y medio de cárcel, si bien el abogado defensor, José Luis Melguizo, propuso la condena impuesta finalmente, la de los 2 años, tras reconocer que en el momento de cometer el delito, el procesado era consumidor de anfetamina y cocaína, habiéndolo mezclado con bebidas alcohólicas, lo que le provocó una moderada disminución de su imputabilidad».
El juzgado considera como probado que todo ocurrió sobre las 18.00 horas del 13 de agosto. Raúl H. O, sin antecedentes penales, se encontraba en el exterior del bar Street, en la calle San Lorenzo, al lado de un grupo de mujeres, entre ellas la novia de la víctima. «Raúl comenzó a hablar con ellas y en un momento determinado, de manera repentina, le propinó un empujón a Francho Chavier que cayó hacia atrás y se golpeó en la cabeza contra el suelo. El 17 de agosto del 2019 moría en el hospital Clínico de Zaragoza.
El magistrado se apoya en las imágenes de seguridad del bar y describe que la víctima «hizo un gesto, que las testigos describieron como de querer quitar el móvil a una de las chicas en broma, cuando Raúl reacciona de esa forma súbita». Pese a la violencia del gesto «no puede afirmarse que se tratase de un puñetazo, sino más bien de un empujón». Así lo ratificó también el informe forense que no apreció lesión facial alguna.
