Aragón y Cataluña son la cara y la cruz de una misma moneda. La postura adoptada respecto a abrir o no las estaciones de esquí es diametralmente opuesta en estas comunidades, pero ésta no responde solo a un criterio sanitario. Detrás hay una explicación económica. Todos los centros de esquí catalanes están abiertos y casi todos de la comunidad (salvo Astún) cerrados. La diferencia es que Cataluña suma 9 millones de habitantes y Aragón poco más de uno, de ahí que los potenciales clientes sean muy escasos por los cierres perimetrales.

En estos momentos, de las 17 estaciones de esquí del Pirineo, cinco (todas ellas aragonesas) están cerradas. La cordillera supone el 61,2% del negocio en toda España frente al 21% de Sierra Nevada, el 8,3% del Cantábrico, el 6,2% del sistema central o el 2,5% del ibérico. Ademas, de los más de 4,7 millones de esquiadores que hay cada año en España, el Pirineo concentra el 71% del total. Solo Aragón suma más de un millón, pero los cierres perimetrales hacen inviable la apertura de estaciones.

En el conjunto de España, las estaciones están en términos generales abiertas, tal y como señala el presidente de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem), Jesús Ibáñez, que reconoce que se vive una temporada «atípica, aunque la temporada se evaluará a finales de abril.

En total, y a pesar de las restricciones de movilidad en todas las comunidades autónomas, se mantienen abiertas un total de 19 estaciones que ofrecen más de 470 kilómetros esquiables y lo que es mejor, casi todos ellos con una calidad de nieve excepcional y unos espesores significativos. Ibáñez subraya el esfuerzo que se ha realizado en materia de seguridad e higiene, tanto en remontes como en el sector de la hostelería, lo que ha exigido nuevas inversiones que deberían verse compensadas con ayudas por parte del Gobierno y las autonomías. La esperanza de la llegada de fondos europeos puede aliviar en parte un año desastroso para la nieve.

Francia, Italia y Suiza

El efecto del covid-19 ha hecho mella también en el resto de países europeos. En los Estados limítrofes de Francia y Portugal, algunas pistas de esquí francesas permanecen abiertas, pero no ocurre lo mismo con la portuguesa de Serra de Estrela, ubicada en el sistema central. En el país galo, son cuatro los complejos deportivos de nieve que permanecen abiertos a día de hoy, según el portal infonieve.es: les Monts d’Olmes, Cauterets, Gourette y la Pierre Saint-Martin. Aunque todos ellos tienen sus remontes cerrados, y solo está permitido el uso turístico, que incluye esquí de fondo, pista de trineos y circuito de raquetas.

En el Principado de Andorra las tres estaciones permanecen abiertas al público, la de Grandvalira, la de Ordino Arcalís y la de Vallnord Pal Arinsal, según esta página web. Mientras que en Alemania, según fuentes consultadas, las estaciones de esquí permanecen cerradas, y lo mismo ocurre con Italia, que ya decretaron a final de año el cierre de los remontes y todavía sigue vigente.

Mientras, Suiza es el único país que por el momento mantiene abiertas todas sus estaciones de esquí, incluidas las cinco más grandes por extensión como son Thyon, la de Veysonnaz, la de Nendaz (todas ellas con cuatro valles), la de Verbier y la de Portes du Soleil Suisse, la más grande de todas con un total de 603 kilómetros de pistas de esquí disponibles.