Las desconfianzas o las deudas suelen ser las principales circunstancias por las que los pases de droga acaban truncándose. Fue lo que pasó anteayer en un domicilio del barrio zaragozano de Delicias, en el que una persona resultó herida de bala en una pierna cuando el autor del disparo recibió una negativa como respuesta.

La víctima, J. M. A. B. , de origen camerunés y de 42 años, fue detenida, junto con el hombre que le guardó la droga. La jueza decretó prisión provisional para ambos. Ahora la Policía Nacional se centra en localizar y arrestar a la persona que apretó al gatillo en una vivienda en la que también había una niña de dos años, la esposa del herido y una anciana de 81 años.

Todo ocurrió sobre las 8.00 horas en el primer piso del número 32 de la calle San Antonio Abad. Allí se encontraba el camerunés con su familia cuando recibió una llamada al timbre. Era un colombiano conocido suyo.

Según la versión que la víctima dio a la juez de guardia, en presencia de su abogada Olga Oseira Abril, este hombre le pidió el dinero que le debía, pero J. M. A. B. le dijo que no lo tenía, que acababa de llegar a España y que volviera otro día. Una contestación que, al parecer, no gustó, por lo que desenfundó el arma y disparó contra él.

LIMPIEZA DE CASA

Inmediatamente después de que el arma vomitara una única bala, este individuo abandonó el piso. Mientras, según fuentes judiciales, el agredido se dedicó a limpiar la casa hasta el punto que cuando los agentes y el juez entraron en el domicilio no encontraron nada, ni siquiera una gota de sangre.

Ocupado en esa labor estuvo unas seis horas, en las que le dio tiempo a deshacerse de 900 gramos de cocaína. Esto lo dijo M. A. T. F. , de nacionalidad española,.que también fue detenido por esta causa. Reconoció que le pidió que escondiera en su trastero la droga.

Cuando acabó de eliminar pruebas, el herido fue al hospital Clínico, en el que fue ingresado e intervenido con urgencia, ya que la bala seguía alojada en el interior de su pierna y la lesión había empeorado por el tiempo transcurrido.

Las brigadas de Homicidios y Atracos de la Policía Nacional se afanan en estos momentos en dar con el paradero de la persona que disparó, y que ha podido incurrir en una tentativa de homicidio. Asimismo buscan el revólver empleado para estos hechos.

El primer punto no será complicado, ya que, según estas mismas fuentes, J. M. A. B. le habría identificado perfectamente.

No es la primera transacción de drogas que acaba mal en Zaragoza. El caso más reciente, también en el barrio de Delicias, fue la muerte de Lamine Gueye, el senegalés que fue atado y golpeado por dos de sus clientes que querían arrebatarle sin pagar la marihuana que habían ido a buscar. Por este crimen fue condenado a cinco años --por lesiones por imprudencia-- Brayan Millán Gálvez, y su hermano menor, J., pasa otros siete en un centro de reclusión.

En mayo del 2011, otro pase de droga acabó en tiroteo en la calle Doce de octubre del distrito de San José. En este caso la víctima sobrevivió a dos disparos, uno de ellos en el abdomen, e incluso salió absuelto de tráfico de drogas en un juicio posterior porque estas no se encontraron. Pero el autor de los disparos, J. C. R. R. --que se dejó el móvil en la vivienda--, sí fue condenado a siete años de prisión por la tentativa de homicidio. Aunque en este caso tampoco se consideró probado que tuviera una clara intención de matar, pese a acudir a la casa con una pistola.