Cada ciudad es un campo de batalla para la proliferación de marcas de patinetes eléctricos de alquiler y Zaragoza no podía ser una excepción. Durante seis meses Koko ha convivido con otras cinco empresas que, como ella, aspiraban a ganarse la confianza de los usuarios en una movilidad compartida, y ahora se ha hecho con una de las dos licencias en exclusiva. Tanto ella como Reby Rides parten de una idea emprendedora a la que ahora, con la experiencia acumulada, ahora dotará de más medios y recursos para mantener una posición de liderazgo. Lo mismo que pasa en todas las grandes capitales, pero con el añadido que ellas mismas destacan de la capital aragonesa, que la colocan «a la vanguardia» en Europa por su modelo de implantación sostenible y apoyado en las nuevas tecnologías. Ahora, en el caso de Koko, será Flash, la firma alemana que la compró el mes pasado, la que aporte todo el soporte técnico y la tecnología para ofertar un producto mucho más competitivo que en Zaragoza contaba con miles de clientes ya. Un nuevo patinete, una plataforma con mejor atención al público y mantenimiento, y una expansión a más barrios con vocación de colaborar con administraciones y empresas.