Castanesa supone el mayor motivo de fricción entre los socios que forman parte del cuatripartito que sustenta el Gobierno de Aragón. Tanto Podemos como CHA no ocultan su rechazo a esta ampliación del dominio esquiable en las cumbres del Pirineo por el evidente impacto ambiental que supone.

El presidente de CHA, Joaquín Palacín, es crítico con todos estos avances. La formación mantiene su «rechazo» histórico a esta urbanización y considera que el modelo de desarrollo turístico por el que apuestan para el Pirineo discurre por otros caminos. «Nosotros no nos hemos movido ni un milímetro», asegura al reflexionar sobre su posición en el gobierno cuatripartito. CHA se encarga de la consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda. En todo caso, consideran que se encuentran limitados ante cualquier acción al considerar que las obras están promovidas por una empresa privada (Aramón es una sociedad anónima participada a partes iguales por el Gobierno de Aragón e Ibercaja).

El plan general de obras (PIGA) fue aprobado por un consejo de administración «que es el que toma las decisiones», manifiesta Palacín. El promotor es el que decide cómo desarrollar el proyecto una vez que se ha superado el periodo de alegaciones. Eso no impide que desde los departamentos adecuados para ello no se pida «cautela», pues no se puede olvidar que la realidad del cambio climático hace poco viable el negocio de la nieve en el medio plazo.

Para Podemos el desarrollo de las obras de ampliación de Cerler en el entorno de Montanuy tampoco es una buena noticia. El portavoz parlamentario de la formación morada, Nacho Escartín, también explica que están en la «misma posición que siempre». Un rechazo que fundamentan en los estudios científicos que calculan que en unas tres décadas solo quedará en el Pirineo la mitad de la nieve actual. En ese momento cree que el proyecto quedará invalidado. «Sería interesante paralizar el modelo y buscar alternativas», explica. Podemos se encarga en la DGA de las áreas relacionadas con la gestión del medio ambiente, como la dirección general de Cambio Climático o la de Medio Natural. «Queremos ser lo más estrictos posibles con la legislación ambiental», afirma.

POSTURA OFICIAL

La postura oficial del cuatripartito, por contra, es favorable a este tipo de desarrollos. «El turismo de nieve es un componente fundamental del turismo en Aragón y, en la montaña, hoy por hoy, imprescindible», destacan. Y matizan que siendo conscientes de la realidad del cambio climático «la mejora en la gestión de las estaciones en Aragón pone de manifiesto que mediante inversiones adecuadas son sostenibles y pueden seguir aportando mucho a la economía de montaña». Eso sí, sin olvidar posibles alternativas. «Las instituciones aragonesas llevan años promoviendo la diversificación de las actividades turísticas y su desestacionalización, en el valle y en la montaña», consideran.

En lo que también se incide es en la libertad de gestión empresarial si se cumplen con las condiciones que marca la legislación. «Aramón actúa como cualquier otra empresa privada y, en lo que respecta al proyecto de ampliación de Cerler, actúa como promotora a través de empresas de su grupo», se insiste .

Pese a todo, los colectivos ecologistas no están dispuestos a silenciar sus voces. «No se puede consentir este despilfarro del erario público cuando todos los recursos humanos y económicos deben dirigirse hacia una salida social y ecológica de esta crisis, no tiene sentido destinar ni un euro de dinero público a destruir el paisaje pirenaico y ahora menos que nunca», insisten desde la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón (PDMA). Para dejar clara su postura han lanzado una campaña con el lema Castanesa en las cumbres que tuvo su inicio el pasado 5 de julio con la ascensión al Ibón de Basibé y que se prolongará con diversas acciones a lo largo de todo el verano.

La plataforma advierte, además, de que las obras que ha comunicado Aramón para este año no coinciden con las detalladas en el plan de obras aprobado por la DGA, pues la ejecución del remonte no debería empezar hasta el 2021. Además alertan de que no explican cómo se va a proceder con el proyecto completo «que incluye toda una serie de pistas, remontes, edificios e instalaciones de las que no dice nada de cómo las va a ejecutar».