La Policía Nacional ha imputado a dos empresarios oscenses por un fraude de alrededor de 250.000 euros, dentro de la operación Despina que, en colaboración con la Tesorería General de la Seguridad Social, ha permitido detener a 45 personas, invstigar a otras 28 (entre ellos los dos oscenses) en 17 provincias y destapar un desfalco de 9.233.319 euros.

Los implicados, según la investigación policial, crearon entramados con empresas pantalla a las que les repercutían los beneficios y patrimonio obtenidos de diversos negocios, para dejar en quiebra a las sociedades matrices y eludir así el pago de impuestos y cotizaciones.

Entre los detenidos e investigados figuran administradores de las sociedades, testaferros (algunos de ellos trabajadores que actuaban en connivencia con los propietarios) y familiares de los primeros. A todos ellos, según su implicación, se les imputan delitos contra la Seguridad Social (por fraude de cotizaciones), frustración a la ejecución, fraude a la Seguridad Social (en prestaciones), falsedad documental, insolvencia punible y usurpación de estado civil.

SIN VACACIONES

Entre las diversas ramas del entramado figura una empresa que llevaba diez años sin cotizar por sus trabajadores, pagándoles en metálico y haciéndoles trabajar todo el año de lunes a sábado, dejando de pagarles si se ponían enfermos o se iban de vacaciones. Algunos llevaban seis años trabajando en estas condiciones. A la administradora se le achaca un fraude de cerca de 377.000 euros.

En otro de los casos se arrestó a un administrador concursal por permitir una operación fraudulenta por permitir que una empresa, adquirida por un euro y sin registrarse en la Seguridad Social por no tener trabajadores, comprase otra sociedad en concurso por 700.000 euros, que no tenía, para aprovecharse de sus trabajadores.