Dos ciudadanos de origen marroquí que ayer declararon en el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza como imputados dentro del caso Extranjería negaron que conocieran a J. P. A., el funcionario de la Subdelegación del Gobierno sospechoso de amañar permisos de residencia y de trabajo a cambio de dádivas en efectivo o en especie.

El grueso de la instrucción de esta causa, en la que hay diez personas imputadas por presuntamente amañar la concesión de papeles a cambio de mordidas, finalizará el próximo día 11 con la declaración de otros tres extranjeros sospechosos de haber pagado por conseguir sus permisos.

Los dos imputados que declararon ayer --un tercero no compareció-- habían conseguido los papeles después de haber recurrido las denegaciones iniciales. Sin embargo, ambos coincidieron en explicar que fueron otros funcionarios de la Oficina Única de Extranjería de la calle Obispo Covarrubias --un hombre con barba y una mujer-- quienes les atendieron.

Uno de los encartados admitió que había coincidido en una ocasión con J. P. A., aunque asegura que fue cuando se encontraron con un amigo suyo que lo conocía, y que estuvieron hablando de unas piedras que se utilizan para dar masajes terapéuticos.

El juez investiga en la causa un delito genérico de prevaricación, aunque la Guardia Civil imputa a los encartados otros como el cohecho.