La Guardia Civil investiga a un hombre de 51 años y a una joven de 21 como presuntas autoras de un delito de maltrato animal por abandonar a un cachorro mestizo de schnauzer miniatur que se encontraba enfermo y cuyo tratamiento no podían costear.

El Seprona de la Guardia Civil recibió el pasado 2 de enero la denuncia por parte de una asociación protectora de animales del hallazgo en una vía urbana de Zaragoza de dicho animal, que se encontraba escondido entre unos matorrales y presentaba una vía intravenosa puesta.

El can fue encontrado el 22 de diciembre por una mujer que decidió cogerlo y trasladarlo a un veterinario de Utebo (Zaragoza), quien administró tratamiento al detectarle infección en las vías respiratorias y un alto grado de anemia, informan fuentes del instituto armado en una nota de prensa.

De forma simultánea se publicaron fotografías del animal en una red social por si el perro estuviera perdido con la finalidad de poder localizar a los propietarios.

Como resultado de estas publicaciones una persona contactó con la denunciante para informarle de que el can era suyo y que se lo habían sustraído, pero al personarse en su domicilio y verlo se puso muy nerviosa y negó que el animal fuera de su propiedad, marchándose rápidamente del lugar.

Ante estos hechos, los agentes del Seprona iniciaron las gestiones oportunas para la localización del propietario del cachorro abandonado, por lo que se trasladaron a la clínica veterinaria en la que fue atendido.

Los agentes constataron que el facultativo había averiguado que el centro donde anteriormente le pusieron la vía intravenosa era una clínica veterinaria de Zaragoza capital, en la que se informó de que se había aconsejado el traslado del cachorro a otro centro para su completa valoración y al que nunca llegó el animal.

De las gestiones realizadas, la Guardia Civil pudo localizar un cuarto centro veterinario en Zaragoza, donde también fue atendido el cachorro el día 11 de diciembre por la presencia de un cuerpo extraño en el esófago y otras afecciones.

Tras el estudio de la información recabada durante la investigación, el Seprona logró obtener la identidad de la propietaria del can abandonado, una joven de 21 años vecina de Zaragoza, a la que ayer se tomó manifestación.

En esta declaración se averiguó que fue un familiar de la joven el encargado de llevar al cachorro al veterinario el día 21 y que al llegar a casa y preguntar por el animal, éste le comunicó que había fallecido.

Fue posteriormente cuando vio en redes sociales las fotografías de su perro, pero al ponerse en contacto con la responsable del anuncio, personarse en su domicilio y verificar que se trataba de su cachorro, le entró miedo por lo que pudiera pasar y se marchó rápidamente.

Tras estos hechos, los agentes también tomaron manifestación a este familiar, un hombre de 51 años quien reconoció haber abandonado al animal al no poder hacerse cargo de los gastos veterinarios.

Por todo lo anterior la Guardia Civil procedió a la investigación, no detención, de ambas personas por un presunto delito de maltrato animal por abandono de animales domésticos.