Dos jabalís, madre e hijo, provocaron ayer la alarma vecinal en el sector del centro comercial Augusta al pasearse por la avenida de Navarra. La escena, aunque habitual por estas fechas en Zaragoza, no deja de ser insólita y fue necesaria la intervención de la Policía Local, que abatió a tiros a los animales después de fracasar en su intento de inmovilizarlos.

Era la una de la madrugada y los jabalís pretendían cruzar la vía, lo que provocó más de un frenazo. La Policía Local tuvo que cortar la circulación por la avenida en ambos sentidos, al tiempo que acorralaban a los animales en el párking exterior del centro, junto al establecimiento de Aki.

La presencia de personas y vehículos activó el instinto maternal de defensa de la jabalina, que dio muestras de gran ferocidad cuando los agentes intentaron inmovilizar a los animales. Finalmente, los policías, ante el peligro que los jabalís ofrecían para las personas y el riesgo para la circulación en la zona, los abatieron a tiros.

Se trata del tercer incidente de este tipo que se registra en Zaragoza en las dos últimas semanas. El pasado día 9 también se paseó un jabalí por la Vía Ibérica y, anteriormente, uno de estos animales dio un susto a los vecinos del Camino de Miraflores. En ambos casos no fue necesaria la adopción de medidas drásticas, ya que los jabalís, más asustados que los vecinos por el lío que se había organizado, optaron por regresar a los campos de donde procedían.

Concurren en estas fechas dos circunstancias que facilitan la repetición de estos incidentes. Es la época de cosecha del maíz, en la que los animales pierden los elementos necesarios para ocultarse. Además, se ha abierto la veda de caza y los cazadores incrementan el acoso a los jabalís, que suelen perder el sentido de la orientación.

No sólo se multiplican los accidentes en las carreteras por atropello de animales, sino que éstos también se presentan en los núcleos urbanos en busca de otro medio donde desenvolverse. En ocasiones llegan a la ciudad familias enteras de esta especie, siempre por la noche.

En Zaragoza, la mayoría de las veces proceden de los montes de Juslibol o de la ribera izquierda del Ebro. Los que se presentaron ayer en la avenida de Navarra podían proceder de los campos de maíz que hay en la margen derecha del río, porque nadie les vio cruzar ningún puente.