Una mujer de unos 30 años y un hombre de unos 34 perdieron la vida, mientras otro joven de una edad similar sufría heridas de carácter grave, en un accidente de tráfico registrado el sábado por la tarde al chocar dos vehículos en la N-232, en el término municipal turolense de Azaila.

El joven que terminó falleciendo todavía pudo ser trasladado en un helicóptero del 061 al hospital Miguel Servet de Zaragoza, aunque resultó imposible salvar su vida. Había sufrido múltiples traumatismos en el cuerpo y en la cabeza.

El otro herido se encuentra ingresado en el hospital Clínico, también en la capital aragonesa, con diversos traumatismos, aunque su estado no era de tanta gravedad como el anterior, según explicaron fuentes del Gobierno de Aragón.

INCENDIO El siniestro, en el que uno de los vehículos implicados ardió, tuvo lugar en torno a las cinco y media de la tarde a la altura del punto kilométrico 184 de la N-232.

El accidente provocó una gran retención de vehículos en esa vía, una de las que mayor mortalidad registran en toda la red viaria aragonesa.

Estos dos fallecidos elevan a nueve la cifra de muertos en accidente de circulación en lo que va de año en la comunidad aragonesa.

Tres de ellos perdieron la vida en siniestros registrados en las carreteras de la provincia de Teruel, que históricamente es la que menor siniestralidad arroja en Aragón.

El primer accidente mortal del año en territorio turolense tuvo lugar el 18 de enero, cuando una persona perdió la vida como consecuencia de las lesiones que sufrió al salirse de la calzada en la carretera A-1511, en el término municipal de Santa Eulalia, el vehículo con el que circulaba.

La provincia que más fallecidos ha registrado en lo que va de año ha sido la de Zaragoza, en la que cinco accidentes mortales se han cobrado otras tantas vidas. Los siniestros se produjeron en Zuera el 12 de enero, en La Almolda seis días más tarde, en dos poblaciones de Ejea --Vallareña y Piedratajada-- los días 27 y 28 de ese mismo mes y, por último, el pasado viernes en Paniza.

Las carreteras oscenses, por su parte, únicamente han registrado un fallecido en las nueve primeras semanas del año. Se trató de una vecina de Aínsa de 48 años que perdió la vida en una colisión frontolateral registrada en la carretera A-2217, en el término municipal de Altorricón.

Con todo, las estadísticas sobre mortalidad por accidentes de circulación indican que la peligrosidad de las carreteras aragonesas sigue encontrándose en las cotas más bajas desde que la Dirección General de Tráfico comenzó a elaborar sus estadísticas a mediados de la década de los años sesenta.

MORTALIDAD Aragón cerró el año pasado con una cifra histórica de 52 fallecidos en accidente de circulación, lo que supone una media de uno por semana que pulveriza la de dos muertos cada tres días --238 óbitos en el 2003-- que se daba una década antes en la red viaria de la comunidad.

La cifra de fallecidos en siniestros en las carreteras aragonesas no bajó de los cien hasta el 2009, cuando se situó en 99. Para entonces ya estaba en vigor el carnet por puntos y las reformas del Código Penal habían comenzado a criminalizar algunas conductas de los automovilistas como circular ebrios o hacerlo de manera temeraria.